Esta semana ha sido una fiesta de estrenos y no he podido evitar pensar en el sufrimiento que debe estar pasando en su casa, como espectadora, uno de los rostros más populares que la pequeña pantalla ha dado en este país. Ya ni me acuerdo cuando Atresmedia dejó de contar con Paula Vázquez. Reivindico su presencia y lo hago en unos días en los que el grupo ha reestrenado dos formatos que alcanzaron gran éxito con la gallega al frente y que hoy conducen dos caras diferentes. Fama, a bailar ahora se llama Top Dance, su debut fue más que aceptable con un correcto Manel Fuentes en un formato en el que me parece no acaba de encajar, todos no lo pueden presentar todo. Tampoco creo en el todo vale para formar un jurado mediático, porque desconozco la sabiduría de Bustamante en el terreno de la coreografía.
Pekín express también repite edición y presentadora con una digna respuesta de la audiencia. Pedroche tiene una imponente imagen que atrapa la atención, como también los hacía Paula en esas conexiones en bikini de Supervivientes. Otro programa que volverá, con otra joven y guapa, Lara Álvarez. A reflexionar, ambas mujeres, no superan los 30 y sus relaciones sentimentales son muy mediáticas€ Paula habla de una mano negra que desconozco. Pero también denuncia el machismo que se vive en el medio televisivo y ahí la chica tiene sus razones. Porque las mujeres que presentan programas de entretenimiento, tienen una fecha de caducidad más temprana que la de los hombres. Suele reinar la imagen por encima del contenido y ellas, tienden a ser retiradas cuando su belleza se convierte en madura. La regla tiene su excepción en el periodismo, donde las reinas de las mañanas y de las tardes del fin de semana, tienen un plus de popularidad y respeto a medida que pasan los años. Pero Paula no es periodista, sabe conducir como pocas el entretenimiento, con una naturalidad acompañada de profesionalidad y debe ser un calvario tener la puerta cerrada cuando todavía hay mucho que dar€
