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Desfile valenciano en Palma

Es la semana grande valenciana. El desfile comenzó ayer y las magistradas tienen mucho que preguntar a las autoridades valencianas a quienes han reclamado como testigos. El caso Nóos sigue abierto y tras declarar los inculpados o investigados, los cabos sueltos pueden dar lugar a sorpresas tras la larga y enjundiosa instrucción por parte del juez Castro. Su informe era amplio y daba pie para pensar muchas más cosas ante los impedimentos que encontró en diversos momentos, por parte de Hacienda y de la Abogacía del Estado.

Rita Barberá, exalcaldesa y ahora senadora aforada, ha intentado por todos los medios no tener que ir a declarar in corpore, sino por plasma o por escrito€ Le daba mal fario por si una primera vez se convierte en una serie de reclamaciones en otros casos que se avecinan y que se ventilan, como le llamado Taula. Pero hubiera sido de todo punto asimétrico, por no decir notoriamente injusto, que Jaume Matas se siente en el banquillo de los acusados y que Francisco Camps o la exalcaldesa no fueran a declarar ni como testigos. En el caso segundo no fue investigada aunque sí señalada, pero el TSJ valenciano dijo que no había materia para su imputación. Ahora es aforada. Que Alfonso Grau cargue con la responsabilidad por el Valencia Summit y se coma el marrón es algo que crea una amplia zona se sombra y, según se ha escuchado en las grabaciones del caso de la financiación ilegal del PP en el Ayuntamiento de Valencia, no se muestra de acuerdo o conformado, porque si se contrató con Iñaki Urdangarin, no era él quien le conocía o a quien se lo había pedido. Eso es in nuce lo que las juezas palmesanas han de averiguar y dejar fuera de duda.

Que declare Esteban González Pons mañana, desde su retiro en el Europarlamento „no tan tranquilo como parecía„ es lógico, por los entusiasmos demostrados en todos los grandes eventos, hasta dando saltos de alegría por la F1, abrazado a Barberá. Ahora puede aclarar su parte. Ya le tomaron declaración en Madrid en la sede popular.

El montante de las subvenciones valencianas es muy superior a las mallorquinas y el control de dinero público es parte de la responsabilidad de las autoridades e instituciones. Buena gestión es lo contrario a malversación de caudales públicos. Aquí parece que falló la parte de quien tiene responsabilidad in vigilando. Y también la parte de responsabilidad política. Todo por la imagen era su eslogan y la imagen la han dejado por los suelos. Alardeaban de poner a Valencia en el mapa y nos ponían en el laberinto de la corrupción y de las tramas para sacar beneficio, a base de contratos con sobrecostes y comisiones a los amigos del alma.

Por todo ello, y tras años de llamarse a andana, con un retraso terrible, unos se sientan en el banquillo de los acusados y otros como testigos que han de decir toda la verdad y nada más que la verdad, o incurrirían en delito. Los primeros pueden callar en provecho propio y hasta mentir, los segundos no deberían hacerlo.

Los valencianos somos los primeros interesados en tener este lío resuelto y agradeceríamos que los duques de Palma y sus socios devolvieran los dineros€ lo que no ha sucedido y no parece que vaya a suceder „no se ve voluntad alguna, de una parte u otra„ y ya han pasado años, para resarcir el daño. Haber, hay dolo.

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