Pese a que va montada sobre un estupendo par de piernas, a Christine Lagarde, la directora gerente del FMI, le ha costado muchísimo ver, como dicen que dice ahora, que «no se pueden bajar los salarios en situación de crisis». Hasta ahora dijo lo contrario seguramente porque le pagan 353.000 euros anuales „dietas aparte„ por decirlo, lo que da mucha convicción. Lagarde, que no es tonta, quizás esté preparando un reingreso en la política francesa menos estruendoso que el del priápico Dominique Strauss-Kahn y más jugoso que el del reseco François Hollande, al que le quedan dos o tres telediarios: por hacerles el trabajo sucio a los Le Pen.
Pero sí, eso hace mucho, muchísimo, que está claro: machacar los salarios y reducirlos a polvo solo hace más honda la crisis y más pobres y atemorizados a los ciudadanos, ya que hace falta la fe de un carbonero y el empecinamiento de un alemán obtuso para creer que cobrando un poco menos cada día, alcanzaremos la prosperidad. Sobre todo, porque el aligeramiento del sobre viene acompañado de otras malas ideas y peores acciones: invocar la seguridad para cometer todo tipo de atropellos, espiar al ciudadano y reducir sus movimientos de modo que no pueda acercarse a menos de medio quilómetro de los leones de las Cortes que siempre hay algún zoófilo maltratador que se aprovecharía de la quietud broncínea de los símbolos patrios.
Ahora hay 15M en Francia, un socialdemócrata al frente de los laboristas y es el socialdemócrata Bernie Sanders quien le sacaría más ventaja a Donald Trump si se enfrentasen en las urnas, lo que da alas a la caducada Hillary Clinton no tan paradójicas pues para los intereses del complejo militar-industrial, no es bueno que Trump sufra un revolcón: es una reserva impagable de majadería distributiva. Los vikingos de Islandia también se han puesto en pie. Hijo mío, si no es por ejercitarte en la misericordia o en la paciencia, no aguantes a los bobos: son asesinos de tiempo. Que Mónica Oltra o Valencia se coloquen el acento donde les salga del pirri y recuerda que Europa está por hacer y que ya tardas.
