Las zonas deprimidas son peores para las especies de frutales que son tempranas, por ejemplo los almendros, ya que en estas áreas las inversiones térmicas favorecen las heladas tardías, durante las noches se acumula el aire frío, por eso en estos lugares se forman «lagos de aire frío», zonas con temperaturas mínimas muy inferiores a sus alrededores.

Por otra parte, en otras áreas con otras características geográficas y topográficas, por ejemplo zonas con pendiente o en la cima de las colinas y las montañas, el viento que sopla durante la noche impide el descenso de la temperatura, las heladas tardías no son tan frecuentes.

Además están por encima del nivel inferior de la inversión térmica y por ello es más aconsejable la plantación de estos árboles en estas zonas con topografía convexa que en los «lagos de aire frío». Unos ejemplos de lago de aire de frío son las áreas cercanas a ríos y otros cursos fluviales.