Levante-EMV

Levante-EMV

Contenido exclusivo para suscriptores digitales

El SPD no levanta cabeza

Aviso para navegantes: desde que se aliaron con la CDU de la canciller Angela Merkel, los socialdemócratas no parecen levantar cabeza.

Dotada de la suficiente flexibilidad ideológica, la dirigente cristianodemócrata ha llevado a su partido hacia el centro-izquierda en lo social, ocupando en parte un espacio que antes parecía reservado al SPD.

Y el resultado de ese corrimiento del aliado es que el partido de Sigmar Gabriel, vicecanciller y ministro de Economía, está últimamente en mínimos históricos: no llega al 20 por ciento de popularidad.

El SPD, el más veterano de los partidos alemanes, parece sufrir una crisis de identidad como les ocurre por cierto a otros socialdemócratas europeos.

Ve cómo sus votantes tradicionales se pasan a la CDU o a los Verdes, en el caso de los más moderados, o incluso la eurófoba Alternativa para Alemania.

Los analistas políticos atribuyen buena parte del problema a la personalidad de su líder, Gabriel, quien no deja de dar bandazos que desorientan tanto a sus correligionarios como a la ciudadanía en su conjunto.

Así, por ejemplo, cuando estalló la crisis griega, criticó durante meses a la "troika" para más tarde, al ver por las encuestas la impopularidad entre los alemanes del gobierno de Syriza, amenazar a Grecia con su expulsión de la eurozona.

Parecidas vacilaciones muestra Gabriel a la hora de valorar la globalización: un día denuncia las injusticias del neoliberalismo y, al día siguiente, defiende el Tratado de Libre Comercio e Inversiones con EEUU y tacha de "histéricos" a quienes lo critican.

Los socialdemócratas siempre fueron electoralmente fuertes cuando competían con la CDU , defendían la justicia social y se mantenían a cierta distancia del mundo empresarial para no confundirse con él.

Sin embargo, como señala el analista Peter Dausend, Gabriel lleva ahora dos sombreros: como presidente del SPD defiende al hombre de la calle de las consecuencias no deseadas de la globalización, pero, como ministro de Economía de la coalición, es un abanderado d el libre comercio. Todo lo cual le lleva a hacer malabarismos poco creíbles.

Además, como demostraron las recientes elecciones en tres "laender" (Estados federados), en las que Alternativa para Alemania registró una fuerte subida en detrimento de los dos partidos tradicionales, cada vez es más importante el papel de los líderes.

Por ejemplo, en Baden-Württemberg volvió a imponerse el "verde" Winfried Kretschmann, un veterano político que inspira más confianza que ningún otro político a sus conciudadanos y que, más que un ecologista, parece muchas veces un correligionario de la canciller Merkel.

E inspirar confianza es algo de lo que no puede presumir este momento Sigmar Gabriel, a quien muchos consideraban el mayor talento político de su generación, desperdiciado, sin embargo, a lo que parece, en esta Gran Coalición que tanto seduce ahora - circunstancias obligan- a nuestros Populares.

Compartir el artículo

stats