La lista de segundas oportunidades de fama y gloria, da la bienvenida a un viejo rostro que resurge de sus cenizas televisivas. En el mundo de la música el redescubrimiento generacional nos ha dejado muchos ejemplos. Sex Bomb, Believe y un buen cirujano plástico, provocaron otra oportunidad a mitos como Tom Jones y Cher. En el terreno de la interpretación californiana en bañador, David Hasselhoff, consiguió renacer como mito de la generación YouTube del presente, lo hizo viral y en la red, arrastrándose por el suelo, ebrio y mientras intentaba devorar una hamburguesa. Carlos Lozano se lo ha tenido que trabajar más durante tres meses, para volver a destacar en el terreno televisivo que tanto éxitos le dio en el último cambio de siglo. Antes de Jesús Vázquez reinaba él. Por entonces, recuerdo que no sudaba tanto como ahora y la solapa de su camisa predominaba sobre la del traje. Su discurso era chulesco e imperfecto y le gustaba preguntar con cinismo, qué tal las os va con las «chavalas» a los pobres Juan Camus y Naím Thomás€ No cabía más testosterona en el prime time, hasta que el gobierno y la tendencia televisiva cambió, y en su lugar ya sólo quedó ese olor a vaso de whisky que se acaba, con los hielos deshechos, en una sala de fiestas que antaño resultó esplendorosa.€
Sólo el universo del cinco es capaz de convertir la decadencia extrema en popularidad máxima. Carlos Lozano ha tenido que escuchar hasta la saciedad la palabra fracasado, mientras, manejaba conscientemente el medio, hablando en soledad y provocando odio y destrucción moral a su alrededor, pero también entretenimiento y ternura al espectador. Evocó, con delirios su hit televisivo y lo ha logrado, conseguir el cariño del nuevo público y del director de contenidos de la cadena que le ha ofrecido volver a la primera línea. Granjero busca esposa ya tiene un nuevo presentador con muchos fieles que se sumarán a la audiencia de base que ya tiene el formato. En televisión, a veces hay que morir para volver a nacer, aunque sea a cualquier precio€
