Todos los partidos políticos han reclamado una campaña electoral barata, sin grandes dispendios, entre protestas de austeridad y disciplinas ascéticas. Como la mayoría de los candidatos serán ya más jóvenes que yo, veo que ignoran el calendario litúrgico. Las penitencias son por Cuaresma, no en mayo: «Maio, maduro maio/ quem te pintou?/ quem te quebrou o encanto/ nunca te amou?», que cantaba Jose Afonso. Y mucho menos en junio cuando los jilgueros, que también llaman colorines, enloquecen sobre los corolas encendidas de fuego azul de las alcachofas. Coño, hay un tiempo para cada cosa, a ver si leemos el Eclesiastés.
Pues como digo, si no querían gastos extraordinarios, haberse ajustado a los ordinarios con cuidado de no excederse al pedir apoyos sin contrapartidas, grandes coaliciones de los que la tienen pequeña y bloques de unidad popular entre quienes creen en su tribu, más los cálculos tácticos y la lectura diaria de las encuestas a ver si hay que hacer algo para que parezca que la culpa es del otro. En fin, que el Parlamento de la legislatura fugaz se ha parecido una cuadrilla de adolescentes con las hormonas a cien: no se puede comer todo el día, salir de copas, mear en los portales, proclamar que el cuerpo nos pide comisaría y al llegar al puticlub, lanzar una proclama contra la relajación de las costumbres.
En esto de las campañas, siempre arriman candela al favorito, como en el carro del vencedor, que no se cabe. Y cuesta mucho resistirse si uno es el primero de la lista de no ficción, el más vendido en El Corte Inglés y el favorito de las niñas casaderas. Así que me extraña que el jefe de la policía, Ignacio Cosidó, diga que una victoria del PP sería un peligro para la democracia, pues el augur llega tarde: ya le leímos las entrañas al pollo cuando el pollo murió pateado por los antidisturbios. Sí, señor Cosidó, ya sé que usted dice que al director general de la Guardia Civil, Arsenio Fernández de Mesa, solo le falta marcar el paso de la oca, pero no digan que van a gastar menos en la campaña que se resienten las artes gráficas y las productoras de televisión.
