Hay programas nuevos que no lo parecen. Me pasa con Levántate All Stars, en Telecinco, y debe ser porque ya lo tenemos visto. La cadena líder en España somete a sus adeptos a un déjà vu casi permanente, con una marca de la casa tan marcada que cada vez todo se parece más a sí mismo. Y el enésimo concurso de talentos del sábado noche no es una excepción sino más bien el paradigma. ¿Que se ha acabado Got Talent? Pues tenemos más. Casi siempre presenta un Vázquez y esta vez le toca a Jesús, feliz de volver a lo suyo y abandonar el disfraz de jurado. Y por si alguien echa de menos el espíritu de Sálvame, se mantiene la cuota de familiares de Isabel Pantoja, ahora cantando y por parejas. Y desde ese programa se desplaza para la ocasión Raquel Bollo a bendecir a los primos Anabel y Manuel. Todo queda en casa.
Estamos ante la versión VIP de Levántate y, por tanto, el famoseo es obligado. Las polifacéticas Vicky Marín Berrocal y Bimba Bosé cumplen con el perfil, más que los cantantes a tiempo completo: de Camela a Azúcar Moreno, pasando por Angy y hasta el primer ganador de La Voz. Por si no lo recuerdan, es Rafa el heavy, aunque aquí cambia el rock duro por cantarle cumpleaños feliz a su abuela en plató. En la banda sonora brilla el repertorio de Alaska, que para algo capitanea un equipo. El otro lo lidera su Mario Vaquerizo, siempre gesticulador y muy entusiasta incluso cuando decide no escoger a Toño y Alfonso, de Los Inhumanos. Se justifica porque los ve «demasiado heterosexuales» y no porque perpetran una canción. Así que del nivel de las actuaciones, ni hablamos. Es casi lo de menos en el entretenimiento según Telecinco. Claro que dan ganas de levantarse. Y de irse.
