Cada vez son menos los procedimientos que se inician en materia de dependencia, no tanto por la mejora del sistema en la Comunitat Valenciana, sino especialmente por la desesperanza a la que se vieron abocados muchos de los dependientes y sus familiares, que finalmente decidieron desistir en la defensa de sus legítimos intereses. Las reformas legislativas impulsadas y creadas ex profeso por el Gobierno central, y puestas en marcha de buen grado por el anterior ejecutivo valenciano, tenían claramente ese doble objetivo: recortar derechos básicos de los ciudadanos y, al mismo tiempo, trasladarles el mensaje de que la Ley de Dependencia era un absoluto fiasco. Sin embargo, a pesar de que todo esto es cierto, todavía existen muchos particulares atrapados en la maraña judicial o extrajudicial, intentando hacer valer sus derechos.

A las quejas planteadas hace unos meses por el Síndic de Greuges, en relación a determinadas medidas del nuevo Consell a la hora de valorar a los dependientes, ahora se ha unido la denuncia del sindicato FSP-UGT respecto de las 5000 solicitudes de ayuda a la dependencia acumuladas. Junto con ello, los abogados especialistas en la materia seguimos padeciendo el incumplimiento de los plazos para resolver en vía administrativa las reclamaciones de cobro con efecto retroactivo en caso de fallecimiento; las dilaciones injustificadas de los expedientes de revisión de PIA; o las reclamaciones judiciales atrapadas en el TSJ valenciano, ante la inactividad del servicio jurídico de la Generalitat, que todavía está por cumplir la promesa que dio la secretaria autonómica, Sandra Casas, respecto de las instrucciones que iba a darles para revisar esos procedimientos y la toma de medidas en aquellos donde objetivamente tuviera razón el ciudadano. En definitiva, son algunos de los asuntos acuciantes que están encima de la mesa de la consellera.

Que la actual responsable del departamento, Mónica Oltra, tiene una verdadera predisposición por corregir el problema generado en la dependencia, resulta innegable, puesto que al margen de su sensibilidad con este tema, nadie puede obviar que gran parte de su papel protagonista en la política valenciana se lo debe a ellos. Sin embargo, los meses van pasando y parece que con meras promesas o discursos positivos no se van a resolver cuestiones que serían sencillas de sacar adelante con verdadera voluntad política y jurídica. Hacen falta más y mejores soluciones en dependencia, pero además, desgraciadamente en este ámbito deben acometerse con cierta premura, puesto que hablamos de personas especialmente vulnerables y que necesitan de toda la diligencia del Gobierno.