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El amor es cosa de Cuatro

«All you need is love». Ya lo cantaban The Beatles. Pero en Cuatro se lo han tomado muy a pecho, sí, ahí donde justo está el corazón.

De un tiempo a esta parte, la cadena de Mediaset es al amor lo que Telecinco (también de grupo italiano) a los «Sálvames». El «affair» de Cuatro con los programas románticos (ejem) roza casi lo patológico.

La memoria me retrotrae a «Quién quiere casarse con mi hijo», para pasar después a «Un príncipe para Corina», «Adán y Eva», «Un príncipe para tres princesas», el más reciente «First dates» con Carlos Sobera y el próximo «Tú, yo y mi avatar» con, una vez más Luján Argüelles. Y discúlpenme si me dejo alguno que otro más.

Cuatro anunció recientemente que renovará el espacio de Sobera por una segunda temporada. Los tróspidos tuvieron más de una entrega y los príncipes y princesas también lograron su huequito en el corazón de los telespectadores. Así que algo nos dice que los índices de audiencias para los «dating shows» o programas de citas „¡qué pionero Bertín Osborne cuando presentaba aquel lejano «Contacto con tacto»!„ llegan a la «patata» del público.

Es cierto que Cuatro no presenta un formato ñoño y aburrido. Más de una vez me he sorprendido viendo una entrega de «Quién quiere casarse con mi hijo» y soltando alguna que otra carcajada. Lo curioso es que no son risas de burlas, sino que los gazapos y bromas de los concursantes se tratan con un fino, (sí, fino) sentido del humor acompañado por una serie de recursos acústicos por parte del programa que le dan un aire diferente.

El caso es que a juzgar por las audiencias algo nos dice que el amor es cosa de Cuatro y que, por el momento, seguirá en el aire.

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