No sé si fue Picasso (a él, como a Chanel, se le atribuyen muchas frases que tal vez no pronunciaron); en fin, no sé si fue Picasso quien dijo aquello de «El tiempo también pinta». Pero, fuera quien fuese, tenía razón. El tiempo otorga un valor añadido a la obra del arte, un halo misterioso que le imprime su carácter total y definitivo. Cuando un artista hace un alto en el camino y vuelve la visa atrás para contemplar lo andado, está practicando un sano ejercicio mental; está resituando su obra, adquiriendo una visión más objetiva con la ayuda inestimable del paso del tiempo, asistente silencioso y eficaz que da el toque decisivo a lo que fue creado años atrás. Y si, además, lo deja mirar y revisar públicamente, todavía agrega un «plus» para el posicionamiento final de sus obras.
Esto es lo que ahora lleva a cabo Jarr, un autor todavía joven, pero ya con un bagaje de dos decenios en su trayectoria. Acaso muchos no sepan que Juan Antonio Rodríguez Roca (identidad civil de Jarr) tuvo sus inicios en el mundo de la danza, y esa expresión corporal apoyada en un físico deslumbrante se tradujo en su dedicación a la pintura que, desde el primer momento, fue un diálogo entre la forma, el color y la materia, que le ha llevado a transitar después los dominios de lo objetual, las nuevas tecnologías y las versiones analíticas de un «pop art» arrollador.
Pero son aquellas precoces series en las que la danza clásica tomaba cuerpo novedoso y seductor las que revelaron la fresca inspiración de un artista casi adolescente. Cuadros inolvidables como «Pas-à-Quatre», «Zapatillarota» o «Radiografía de turú» entre otros, se han reunido en un paisaje retrospectivo que decora las paredes del «Moltto Rest&Bar» hasta final de julio. La inauguración de esta especialísima exposición congregó al mundillo de la moda, con el que Jarr ha mantenido siempre una estrecha relación. Allí estaban Alfredo Esteve, Lila Albanozzo, Encarna Roig, MªÁngeles Miguel, MªDolores Enguix, Mamen Puchades, Guillermo Martorell y el renombrado fotógrafo Zaibi. También, artistas e interioristas como Nacho Moscardó, Amelia Delhom, Julio Guixeres, MªJosé Torrente, Miguel Castillo, los empresarios Mónica Duart, Luís Sáez, Almudena Lafuente, Ana García-Rivera, Antonio y Pablo Jordán, los abogados Javier Ortiz y Santiago Castell, la actriz Carol Ros, y así como el presidente y el director del «Club Moddos», Iván Martínez Colomer y Josep Lozano. Resulta curioso, por añadidura, el emplazamiento de la singular muestra en un espacio inhabitual como el Moltta Rest&Bar (plaza de la Reina, 9) que permite un extenso horario de visitas, de la mañana a la noche, a la vez que disfrutar de sus variada gastronomía.
