El mundo está lleno de contradicciones. Nadie se libra de ellas. Yo mismo soy cada vez más proclive a caer. Ley de vida. Pero a veces, ponerlas blanco sobre negro ayuda, y de qué manera, a, por lo menos tratar de resolverlas. Yo lo hago y funciona.
Esta recomendación podría ir dirigida también a los responsables de airear las amenzas de muerte al presidente de la Generalitat, Ximo Puig, y al conseller de Enseñanza, Vicent Marzà, por parte de un anónimo supuesto hijo de un profesor de la concertada. Si se reclama a los representantes de la enseñanza privada que no disparen los ánimos de los padres contra la política educativa del Consell, a mí, personalmente, me parece una contradicción „por no decir algo más duro„ aventar el anónimo. Los fuegos no se apagan con gasolina. La denuncia y la discreción hubieran bastado.
«¡Trellat!»
Más contradicciones. La del jurado de los Premios Jaime I. Los veintiún nobel hicieron el martes un llamamiento unánime para acabar con la discriminación de las mujeres. Evidentemente, nada que objetar. No obstante, en la lista de galardonados hecha pública en esta edición no había ninguna mujer. En la relación histórica de los Jaime I, solo hay siete premiadas en 28 años. Y si pasamos a los miembros del jurado, mucho peor: de los 81 que forman parte de los seis «tribunales» de este año, solo quince son mujeres. Ya digo, para reflexionar.
Algo parecido sucede con el tema de los toros. Sin ir más lejos en Xàtiva. El ayuntamiento convoca un referéndum en el que participa la cuarta parte de la población censada. Por 79 votos de diferencia gana el veto a las corridas en el coso taurino, que es municipal y ha costado unos cuantos millones. El consistorio acepta la decisión pero unos días más tarde acepta que la Fira d´Agost, la taurina, evidentemente, se celebre en una plaza portátil bajo la iniciativa de una empresa.
Y como las contradicciones alcanzan un ámbito tan amplio, ¿cómo no van a afectar a las asociaciones empresariales? Ahí tenemos a José Roca y Rafael Montero, de Castelló (CEC), aguantando al frente, contra viento y marea, a pesar de la investigación judicial sobre los fondos de formación. Y la patronal autonómica
„Cierval„, callada. Todo ello después de las responsabilidades que se han reclamado a los partidos por los políticos imputados.
Entiendo que muchas veces pueda haber cuestiones técnicas, organizativas o legales que impidan tomar medidas. Pero lo que no me pueden discutir es que resulta contradictorio.
Lo dicho, a reflexionar y resolver.
