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La polarización ideológica

Que la polarización ideológica está ganando adeptos, se ha convertido en un axioma a falta de dos semanas para la segunda ronda electoral. Los datos de la encuesta de Levante-EMV así lo recogen con claridad en el apartado de definición ideológica. Desde octubre de 2015, los valencianos que se consideran de izquierda „desde el centro-izquierda hasta la extrema izquierda„ han aumentado 12,9 puntos; los de derecha „desde el centro-derecha a la extrema derecha„ nada más y nada menos que 23,6 puntos. Mientras, del centro ya solo se considera el 16,2 % de los valencianos, frente al 34,4 % de hace tan solo poco más de medio año.

La polarización ideológica ya no debería sorprendernos. Tal vez ha comenzado a manifestarse en las encuestas con un cierto retraso respecto a la realidad social. La profunda crisis económica por la que hemos pasado, en la que aún se encuentran inmersos muchos miles de valencianos, ha dejado heridas de momento irreparables.

El pasado mes de mayo pudimos conocer a través del informe de la Fundación BBVA, elaborado por el Instituto Valenciano de Estudios Económicos (Ivie), que la recesión había expulsado de la clase media a la baja a más de tres millones de españoles, provocando un aumento inédito de la desigualdad: las rentas intermedias habían descendido 7 puntos hasta 2013, en tanto que las bajas habían aumentado 8 y la renta disponible por hogar había pasado de los cerca de 28.000 euros de 2007 a poco más de 22.000 en 2013.

Y en estos dos últimos años ha seguido lloviendo. El paro y la precariedad laboral continúan protagonizando el día a día de una parte muy importante de la sociedad, y las herramientas para frenar esa desigualdad „las pensiones o las prestaciones por desempleo son las que se han mostrado más eficaces, según el Ivie„ viven horas bajas o comienzan a estar cuestionadas. La mayoría de los nuevos empleos que se crean tampoco resultan decisivos. Según advierte Cáritas, el 14 % de los trabajadores son pobres y tienen ingresos anuales inferiores a los 7.700 euros.

En estas circunstancias resulta lógico que se haya registrado esta polarización ideológica, incentivada por la decepción que ha producido entre los electores el «post-20D». Todos los partidos, incluídos los de la «nueva política», han dado cuenta de esas distancias en la falta de entendimiento y la incapacidad de diálogo.

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