Sé que es de mal gusto comentar «yo ya lo dije», pero es que yo ya lo dije. Y ahora el CIS me lo confirma: Rajoy afianza su brillante liderazgo de cara a los próximos comicios. Mariano presidente, Mariano lo que él quiera. Seguramente necesite el apoyo de otros partidos, pero ya ha demostrado que está abierto al diálogo sensato.

Lo esencial es que no se vaya nunca, que establezca un Gobierno vitalicio o se turne en las comunidades de vecinos. Mejor aún: que siga eternamente en funciones, sin tener que aprobar medidas ni tomar decisiones. Dejando la vida pasar, su gran especialidad. Porque quizás el bipartidismo se hunda sin remedio, pero él resistirá a base de no hacer nunca nada, como los ficus de calidad.

Esos jovenzuelos inexpertos a los que tiene por contrincantes se pasan el día discutiendo por chiquilladas. Mientras, nuestro señor tranquilo sigue su camino: pinchos por Salamanca, fotos con futbolistas, bromas sobre el precio de las chuches, caminatas€No se rebaja, no entra al trapo. Corred liebres atolondradas, corred, la moderada tortuga gallega siempre gana.

Además Rajoy, como mandatario equilibrado y responsable, sabe distinguir lo que de verdad importa: animar a la selección española en la Eurocopa e informarnos sobre la actualidad deportiva de Leganés. Esto último lo sé porque soy fiel seguidora de su cuenta de Twitter, os la recomiendo.

Estamos hablando de alguien que expone su estrategia electoral diciendo «Pues hacemos un debate a cuatro y a quien Dios se la dé, San Pedro se la bendiga». ¿Quién necesita discursos épicos cuando tiene en su mano el poder del refranero, quintaesencia de la sabiduría ancestral? ¡Chupaos ésa politólogos! Tengo muchísimas ganas de ver cómo se merienda a los demás candidatos valiéndose únicamente de frases hechas y perogrulladas. Ni telegenia, ni oratoria ni esos inventos modernos para recién llegados. Y lo experimentos, con gaseosa.

Se impone el saber estar, la serenidad, la paciencia. Son precisamente esas cualidades las que le permiten vencer a cada enemigo que se le pone por delante. Todos ellos han caído derrotados por el cansancio y el desgaste. ¿Os acordáis de cuando Ciudadanos iba a devorar al PP? Mariano tampoco. Nueva victoria rajoyista, imposible llevar la cuenta de sus éxitos. Si ni siquiera pestañeó ante los ultras de su entorno que le exigían sacar los tanques a las calles para «frenar el desvarío separatista». Ahora el Parlament no consigue aprobar los presupuestos y él acaricia un gato de angora en casa mientras se toma una cervecita.

Hasta ha conseguido contagiar su afabilidad de relojero antiguo al resto del partido. ¡Ahora bailan merengue y tienen vídeos de gatitos! Es más, ya nadie se acuerda de Bárcenas, los recortes o el paro, porque oye qué pereza siempre con la misma matraca, hay que mirar al futuro. Dramas desactivados. ¿Financiación ilegal? No sé, yo solamente veo gestores solventes y muchas sonrisas.

Espero que estas líneas les sirvan a todos ustedes para abrir los ojos y convertirse definitivamente al rajoyismo. Aunque sean adeptos de última hora les acogeremos en nuestro seno. Pero dense prisa -capto la contradicción: apresurarse es un concepto epistemológicamente contrario al propio rajoyismo- porque una vez hecho el recuento electoral ya no vale caerse del caballo y descubrir las dotes del amado líder. Un hombre calmado, un hombre nacido para triunfar.