«Ya están aquíiiii...» Recuerdo que cuando era niña mis hermanos mayores intentaban meterme el miedo en el cuerpo con esta frase que pronunciaba la escalofriante niñita Caroline en la película «Poltergeist».
Tranquilos que esta columna no trata hoy de fenómenos paranormales sino de apariciones mucho más mundanas e inquietantes, casi como de «déjà vu» de tiempos pretéritos no tan lejanos. Ni si quiera Iker Jiménez se atrevería a llevarme la contraria.
Hace algunas semanas desde esta tribuna que se me ha otorgado pedía que la clase política se abstuviera de chupar cámara. Es evidente que mis plegarias, y me consta que las de muchos ciudadanos, han caído en saco roto. Maldición.
La campaña arranca la mar de televisiva. Si hasta el presidente en funciones, Mariano Rajoy, acudirá al plato de «El hormiguero». Habrase visto tamaña gesta. Desde luego que este Pablo Motos se merece algo más que millones de audiencia y «minutos de oro» por doquier. Antes pasó „Rajoy„ por el programa de Ana Rosa Quintana «26J. Quiero gobernar», donde un niño, un «minirajoy» daba un pelín de «nosequé». Casi como Caroline. Ese mismo día, otro mini, digo Íñigo Errejón, visitaba al presentador de Requena.
El primer «round» serio fue el debate entre Margarita Robles, Carolina Bescansa, Inés Arrimadas y Andrea Levy en Antena 3, moderadas por Vicente Vallés. Cuatro mujeres para defender a sus cuatro candidatos... Hombres. Nunca he sido partidaria de eso de quién gana o pierde un debate porque la mayoría ve vencedor al que va en su equipo, pero está claro que las hubo con más soltura que otras. Juzguen ustedes. Eso sí, no hubo nada nuevo bajo el sol. «Ya están aquí», decía Caroline ante una escalofriante pantalla de televisión. Pues eso.
