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Maite Mercado

Final de campaña

Echamos de menos en El Hormiguero a Begoña Gómez, quizás la mujer con mayor protagonismo en estos comicios aunque no se presenta a las elecciones. Es la esposa de Pedro Sánchez que, con su posado en el photocall del debate nada decisivo de la Academia de TV y sus confidencias a Susanna Griso, sueña con convertirse en la Michelle Obama española. Nos la imaginamos entre bambalinas en el show de Pablo Motos, muy atenta a las palabras del «guapo a secas», observando cómo se arremangaba la camisa recordando a Soraya Sáenz de Santamaría. Pero Sánchez no bailó. Tuvo además que lidiar con preguntas más incisivas y directas de lo esperado porque «los votantes del PSOE tienen derecho a saber adónde va a ir a parar su papeleta», le dijo el de Requena, que no quería que se fuera por las ramas, con las que luego se golpea.

Después del candidato socialista, tras el paso de Pablo Iglesias y Albert Rivera, le toca el turno al presidente en funciones que va cerrando rondas de apariciones de los políticos en infoshows y espacios de entretenimiento en prime time. Siempre se pide el último. Así fue con María Teresa Campos, ahora con Ana Rosa Quintana y sus niños, hoy con Motos y mañana en sus dos días sin noche pero con maletita rosa. El encuentro con Trancas y Barrancas promete después de que no quisiera ir en diciembre porque no es un programa serio. «¡Cómo va a hablar el presidente con dos hormigas!», se cuenta que dijo alguien de su equipo. ¿Será el mismo que ahora le aconseja lo contrario? Cierto que no sorprenden los cambios de criterio del líder del PP. Sabemos que Susanna le acompañará en su paseo diario a muy buen ritmo, leitmotiv de sus vídeos electorales «Caminando rápido». Será un buen epílogo para esta campaña tan televisiva.

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