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Julio Monreal

El megabotellón sostenible

El gobierno local más «verde» de la historia de Valencia volverá a tolerar la agresión a la playa de la Malvarrosa que cada año se perpetra en la noche de San Juan. De nada ha servido la bandera azul lograda este año, un galardón inmerecido ante este sinsentido.

El gobierno local más verde de la historia de Valencia; el más sostenible, el que va en bicicleta al ayuntamiento; el de la Agenda 21 y el cambio climático; el de los huertos urbanos y el máximo respeto por la naturaleza y el medio ambiente; en suma, el que preside Joan Ribó con la colaboración de los tenientes de alcalde primero y segundo, Joan Calabuig y Jordi Peris, va a consentir un año más la brutal agresión de un botellón de miles de personas y decenas de toneladas de basura sobre la arena y la playa de la Malvarrosa, esa por cuya bandera azul tanto se ha peleado.

Como cada noche de San Juan desde hace algunos años, decenas de miles de personas tomarán las avenidas que conducen al paseo marítimo cargadas de bolsas con bebidas alcohólicas, hielo, refrescos y cualquier cosa que pueda arder y se instalarán en la arena de la playa urbana de la capital para prender su hoguera y beberse todo el cargamento. Los distintos departamentos municipales se han movilizado para que el megabotellón de la noche de San Juan resulte más cómodo a los ciudadanos que participen. Así, centenares de policías locales prestarán servicios especiales, pero no lo harán para impedir que se consuma alcohol en la calle y se abandonen los residuos sobre la arena, sino para regular el tráfico y evitar los atascos en la medida de lo posible.

El departamento de Medio Ambiente no tramitará un expediente para impedir esta agresión anual tolerada y tutelada: habilitará un servicio especial de limpieza que comenzará a las 4.30 horas de la madrugada y aportará leña a los botelloneros en un intento de evitar que la gente lleve palés con clavos que puedan quedar en la arena y herir a los bañistas. Aquello de que no es más limpio el que más limpia sino el que menos ensucia ha sido eliminado del frontispicio del departamento.

Parece imposible que la fundación europea que entrega las banderas azules a las mejores playas haya pensado en la Malvarrosa. No habrá visto las imágenes de la basura tras el paso de quienes acuden cada año a saltar las olas a la medianoche. Cabe esperar que este jueves tapen la bandera azul para que no se sonroje al ver la playa de madrugada. Y que nadie dé más la paliza con la Valencia sostenible.

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