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Maite Mercado

In memoriam

La contable convertida en matona, torturadora y asesina, volvió a creer que debe hacer lo correcto como le enseñó su padre. Solo esta particular redención de Macarena Ferreiro supo a despedida en Vis a vis. Sus guionistas esperaban seguir contando las vidas de las presas de Cruz del Sur: el tercer grado de Rizos, la reacción de Saray cuando descubra que Sandoval es el padre del hijo que espera o el dolor de Sole por la venganza de Anabel que la deja viuda el día de la boda. Un capítulo final hubiera llevado a la muerte a Zulema Zahir, esa mala de antología que ha sido Najwa Nimri y que se queda sin comer rodaballo tras perder el duelo en la sala de planchado con Maca jeringuilla en mano.

Atresmedia nos ha intentado vender la cabra de que quieren que acabe en lo más alto. Ja. ¿La dejan morir por la caída de espectadores respecto a la primera temporada? Lo cierto es que ese descenso ha tenido mucho que ver con su suicida estreno los jueves enfrentada a GH VIP y Cuéntame. El cambio de día se hizo tarde y no era una solución milagrosa porque en una serie en la que hay que seguir la trama capítulo a capítulo, es muy difícil repescar seguidores. En cualquier caso, la media de sus fieles está por encima de la de la cadena.

Si no querían sexo lésbico entre rejas, sangre en sus más variadas formas, tiroteos, abortos, drogas, violaciones y sádicos en su blanca programación familiar de Antena 3, simplemente podrían haber considerado emitirla en La Sexta. Nos quedamos sin la ficción española más arriesgada, con su inteligente estructura narrativa, magistrales interpretaciones y una fotografía espectacular. Pero como dice Zulema en su monólogo en el patio de la cárcel en un tiempo indeterminado, solo se muere quien es olvidado.

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