Inyectar la alegría de ser necesarios conlleva progreso y ganancia segura. ¿A qué excluir? La vida da muchas vueltas y nadie está fuera de la rueda de la fortuna. El poder va de mano en mano -repasar la historia mundial-, la riqueza es volátil -hojear hemerotecas-, el intelecto fluctúa en aras del inmisericorde deterioro neuronal y la salud pende de un hilo tan fino que el simple aleteo de una mariposa puede truncarlo. Los enfermos y enfermas mentales son parte intrínseca de la sociedad y la no contemplación de sus requisitos vitales abotarga conciencias mientras los estigmas se anclan en la opinión pública como estrategia de ignorancia supina. Tristemente comprobamos que existen casos en los que se utilizan titulares sensacionalistas y estigmatizantes: "La policía busca a un esquizofrénico por el doble crimen de la calle Císcar" (Las Provincias, 27/ 05/ 2016). "El autor del doble asesinato de la calle Císcar podría ser un esquizofrénico" (OP Diario, 25/ 05/ 2016)...

"Soy como tú aunque no lo sepas" este es el mensaje del día mundial de la Salud Mental al que apostillamos que cada ser humano es poseedor de dones singulares mediante los que puede sumarse al refuerzo de la colectividad haciéndola florecer. Atrás quedaron las brujas de Salem -asesinatos fustigados por la lujuria y la envidia-, las hogueras humanas -encendidas por el oligarca dominio de instituciones-, las letras escarlatas -como sentencia en un absurdo tribal y puritano-.

"Salud mental, pública y de calidad". Este mensaje es coreado en manifestaciones multitudinarias y conlleva en su trasfondo el hecho de una realidad, la de que las instituciones son contrarias al prolongado gasto que suponen los enfermos mentales; así mismo, hay que tener presente el hecho de que los laboratorios farmacéuticos no contemplan inmolar a una de sus gallinas de los huevos de oro así como así. Las personas dependientes son eslabones de la dinámica social -"Derecho al voto para todas las personas con discapacidad respetando la Convención de la ONU, de obligada aplicación en todos los países que la han ratificado como España"-. Las personas dependientes proclaman "queremos ser útiles"; mientras son innumerables los casos de pacientes con esquizofrenia que saben a ciencia cierta que "nunca en la vida se van a atrever a decir nada de su enfermedad".

Redactando el artículo escucho en la radio: "El hospital psiquiátrico de Bétera se incluirá a la red pública", y continúa con: "ya no será un aparcadero de enfermos mentales". ¿Aparcadero? Cuidemos el léxico. Analicemos si lo que pregonamos es lo que realmente sentimos. -"Piensa lo que dices y mira lo que piensas"-. Cada enfermo posee relevantes valores y cuando estos se acompañan del necesario apoyo - comúnmente familiar- puede ser factible que la persona se integre a los usos sociales coetáneos. Cabe apuntar que "para obtener la ayuda a la discapacidad psicológica hay que obtener el 33% ante el tribunal médico. En las asociaciones se reivindica ardientemente que las valoraciones de dicho tribunal sean precisas y no obliguen a recurrir, durante años, para obtener ayudas y beneficios fiscales; recursos que conllevan gastos notables hasta conseguir la nueva revisión. "Salud mental, pública, de calidad e integral, con seguimiento tras los brotes psicóticos". Hace treinta años se cerraron los psiquiátricos en función de la Constitución -Ley General de Sanidad de la Reforma Psiquiátrica- equiparando a las personas con enfermedad mental con las que tenían otras patologías Actualmente, en Valencia, existen unidades de Salud Mental en ambulatorios donde la asistencia se realiza bajo el epígrafe de veintiséis barra ya que en muchísimos casos es imposible el seguimiento en consultas privadas para los usuarios dado el coste de estas. Valencia no cesa de batallar apasionadamente y "en los barrios la gente se está reuniendo para solucionar la situación".

Si nos degluten los temores y optamos por el estigma estamos condenados a la esclavitud. "Nadie es uno mismo más que en la idea que otros tiene de él. Al igual que la vista, la mente no se ve a sí misma sino en el reflejo que produce en otro objeto". (William Hazlitt).