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Ir contra las fiestas y tradiciones pasa factura

Uno de los análisis electorales que necesariamente tendrán que hacer los partidos que últimamente iban muy sobrados y seguros que arrasarían es la actitud mantenida ante las fiestas y tradiciones de todo tipo, no sólo las religiosas. Por lo que respecta a éstas en concreto, en la ciudad de Valencia, Compromís, a través de sus significados Joan Ribó y Pere Fuset en el Ayuntamiento, han perjudicado lo suyo a la formación a la que pertenecen.

Puede afirmarse, sin lugar a dudas ni temor a ser tachado de exagerado, que el tándem Ribó-Fuset le han hecho la campaña electoral gratis al PP, con buenísimos resultados, en el escaso año que llevan al frente de sus departamentos. Los embates y desaires a la fiesta de la Virgen de los Desamparados, la no asistencia corporativa u oficial a los actos de la Patrona, es algo que el pueblo percibe notoriamente y apunta en el bloc de los recordatorios.

Igualmente ha ocurrido en todo tipo de celebraciones religiosas con vistas a calles y plazas. Los impedimentos u obstáculos que han ido colocando en el camino para cansar al respetable eclesiástico y popular y dejaran de manifestarse. La procesión de la Virgen del Carmen en Trinitat, tras varios meses de solicitud, tuvo la bendición municipal la víspera misma por vía telefónica y este año va camino de tres cuartos de lo mismo. Es más, se han apropiado los señores Ribó y Fuset de una competencia que no es suya, sino de la Delegación del Gobierno, autorizar una manifestación, aunque ésta sea religiosa.

Una cadena de sandeces como la de pretender una cabalgata de Reyes Magos laica ha puesto a Compromís, Ribó y Fuset en el disparadero electoral, pero en retroceso. Aparte de incultos, se les ha visto la vena totalitaria, la imposición de sus caprichos y gustos personales a la inmensa mayoría, con el valioso acompañamiento silencioso y resignado del PSPV-PSOE, que hace de dama de compañía, sorda y muda, timorata y apocada en la suerte de dislates de mamá de los advenedizos a las tareas de gobierno. El PSOE no recuerda la lección recibida por su actitud de desprecio hacia las Fallas cuando gobernó en los 80 y que le valdrá para siempre no gobernar la ciudad de Valencia nunca más. El pueblo tiene memoria histórica.

Desconocedores de la antropología de los valencianos, se ha mostrado el señor Ribó especialmente beligerante con los toros, de plaza y calles, bou embolat, bou en corda, vaquetes,€ y lo ha prohibido. No ha resuelto ninguno de los grandes problemas de la ciudad y se ha dedicado a prohibir procesiones y toros. Como no es de aquí, es de la región del norte, no lleva en sus genes lo que todo los valencianos, ni en su sangre nuestra larga historia y tradición. Y así les ha ido. Son demasiadas cosas las que no le gustan a Ribó y a su fiel criado Fuset de nuestra manera de ser y quieren que pensemos y obremos como ellos. Craso error político en el que caen que les lleva a estilos de dictaduras ya finadas.

Como sigan por ese camino, van a consolidar para siempre a los que saquearon las arcas públicas, a los que tienen montones de políticos imputados, incluso en la cárcel. Estos les van a hacer socios honorarios del PP por el gran favor que les han hecho gratis total.

No han hecho nada nuevo de positivo, sino contribuir a perpetuar la especie de los deshonestos y de los caraduras, además de atentar contra aquello que está fuertemente, de momento, enraizado en la fe y en el sentimiento popular. Como siempre han dicho los Ribó y Fuset, el pueblo habla en las urnas, poco, porque nunca, más ahora, se le escucha, pero habla. Ha hablado.

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