El mismo día que publicaba Lluís Mesa Reig en este periódico un artículo titulado No, no van contra les festes», todos los medios de comunicación, también éste, daban cuenta de que el Ayuntamiento de Valencia, presidido por Joan Ribó (Compromís), con el apoyo de sus afines y la actitud cobarde timorata, ya clásica, de PP y Ciudadanos, prohibía los festejos taurinos en la ciudad de Valencia y sus pedanías, cosa que jurídicamente habría que estudiar. Es decir que la misma realidad política del día le desmontaba el titular de su artículo a Mesa.
Sin intención de entrar más a fondo en la cuestión, „ que pregunte Mesa a clavarios, clavariesas, Juntas de Fiestas, Parroquias y bandas de música si están prohibiendo u obstaculizando al respecto„sí quisiera hacer exégesis, o hermenéutica, si el director lo considera conveniente, del artículo y su autor, su verdadera finalidad, por si pudiera tener trastienda, que siempre es bueno saberlo. Con los buenos y experimentados apologetas y adoctrinadores que tiene Compromís, sorprende que salte a la arena de sobresaliente Lluís M. Mesa Reig, en su intento de defensa de las caprichosas y personalísimas políticas festivas del tándem Ribó-Fuset.
Excusatio non petita, accusatio manifesta, dice el aforismo medieval latino, que traducido sería, excusa no pedida, acusación manifiesta, todo aquel que se disculpa de una falta, sin que nadie le haya pedido tales disculpas se está señalando como autor de la falta, quien se excusa, se acusa, disculpa no pedida, culpa manifiesta, o explicación no pedida, acusación. En mi parecer, la clave de la intencionalidad real del texto de Lluís Mesa, aquí con ínfulas de apologeta de Ribó-Fuset, se encuentra en el último párrafo de su artículo respuesta al mío donde sostenía que Ribó y Fuset van contra nuestras fiestas y tradiciones, sobre todo sin son religiosas, tal y como las hemos vivido hasta ahora. Está en el punto en que Lluís Mesa viene a asegurar que no es «militant polític», «ni una persona alimentada per cap partit». Podría ser así, como puede que lo que pretenda sea en un futuro todo lo contrario, y ponerse en la situación de expectativa de destino.
El señor Mesa, defensor a ultranza de Fuset, es secretario de actas de Junta Central Fallera, cosa que él no mienta en su descargo. Y por algún sitio se comienza, más en este tiempo en que uno ha de tener el carnet de Compromís en la boca para cualquier cosa. Volvemos a lo mismo de antes, el carnet de Falange hasta te rebajaba pena en los juicios o te avalaba de buena conducta si lo tenías.
Mesa, en mi parecer, que es humilde a pesar de que él no lo cree así, debe estar haciendo su propia campaña electoral de cara a algo y ha debido pensar que dedicándome un escrito erigiéndose él como el detentador de toda Ética, podía sacar rentabilidad publicitaria llamando la atención y aprecio de sus defendidos, lo que le sería de indudable valor en un futuro.
Aunque claro, eso no quiere decir que sea necesariamente así, sino que está en mi humilde imaginario, un futurible que puede o no acontecer. Otrosí. ¿Piensa regañar también Lluís Mesa, o lo ha hecho ya , desde su particular Tribunal de la Inquisición las formas, maneras, tonos, de quienes son su, ahora, en ideología preferida, llámense Mónica Oltra, Ribó, Fuset,?? ¿O entiende que para nada son agresivos, irrespetuosos o insultadores en ninguna ocasión y simplemente son sus estilos de hablar o actuar que hay que respetar y no recriminar? ¿Cómo en tiempos de Franco, no se va a poder opinar con libertad?
