El esfuerzo inútil conduce a la melancolía. La frase de Ortega y Gasset me viene a la memoria al encontrarme en estos días de calor con dos estrenos de Televisión Española relegados a la madrugada. Enviar productos directamente al relleno de programación es especialmente significativo en La 1, cadena que apostó por acabar su horario estelar antes de medianoche y así conciliar al televidente con el horario laboral.
Uno de estos estrenos es «Desafío 2016» e incluso ha tenido cuota de promoción en TVE. Siguiendo la estética de «Los juegos del hambre» reúne a catorce atletas veinteañeros, chicos y chicas competitivos, disfrazados con una especie de chándals de neopreno. Sometidos en el campo a pruebas más duras que las de «Supervivientes», incluso deben responder simultáneamente cuestiones de lógica. «Mens sana in corpore sano» ante dos jueces de relumbrón que no se sabe para qué están ahí: Almudena Cid y Jaime Alguersuari son testigos casi mudos de la dureza de las pruebas. Ni ellos ni el espectador descifrarán a dónde conduce tanto esfuerzo melancólico en la madrugada.
Más melancolía guarda «Dime qué fue de ti», el otro estreno late night con Teresa Viejo al frente. Siguiendo el espíritu del «Quién sabe dónde» de Paco Lobatón, la presentadora localiza seres queridos perdidos en el tiempo y en el espacio. Una hora y veinte minutos de historias lacrimógenas con final feliz para insomnes bienintencionados. Buscan al padre, a la amiga, a un buen samaritano, los encuentran fácilmente y los llevan a Madrid de cita a ciegas. Tiene algo de «Sorpresa, sorpresa» en versión «low cost» y sin frescura ninguna. Bien está en su horario, aunque solo sea para justificar que estrenos, haberlos, haylos.
