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Malo para Compromís; no tanto para el PSPV

El primer año de gestión del Gobierno bipartito ha sido, en general, poco accidentado. Pocas iniciativas y pocos problemas, y buena imagen de sus dos principales figuras. Por un lado, de la vicepresidenta Mónica Oltra, que ya la tenía. Por otro, del president de la Generalitat, Ximo Puig, que la tiene ahora a ojos de muchos ciudadanos „no necesariamente votantes del PSPV„ que aprecian su talante conciliador, combinado con la capacidad para generar una agenda propia frente a Madrid. Enfrente, un PP casi absolutamente desarbolado, por los escándalos de corrupción, el via crucis judicial y el enorme desgaste derivado de la pérdida de poder.

El Consell vivía un sueño. Y vivía razonablemente bien. Puede que estemos tardando en desarrollar iniciativas de calado, una agenda propia, que no tengamos apenas financiación, etcétera, pero, mientras el rival esté como está y nosotros sigamos unidos, no cabe preocuparse.

Sin embargo, en el último mes han cambiado algunas cosas, y la preocupación ha cundido en las filas de la izquierda. La primera, la victoria del PP en toda España en las elecciones generales de junio, que fue particularmente clara en la Comunitat Valenciana: el PP mejoró posiciones (dos escaños más) y además lo hizo a costa del PSPV (que perdió un escaño) y de A la Valenciana (que perdió cien mil votos), y no de Ciudadanos, que mantuvo sus resultados de diciembre. Es decir: la Comunitat Valenciana volvió a ser de derechas, otra vez. Como casi siempre en los últimos veinte años. De hecho, con esos resultados, el PP (apoyado en Ciudadanos) recuperaría la Generalitat.

Poco después, dos salidas (de la número dos de Sanidad y la número tres de Economía), las dos en la cuota correspondiente a Compromís, han mostrado que tampoco el gobierno bipartito está libre de pecado. Si bien, y no es una diferencia insignificante, al menos su interés por asumir responsabilidades es significativamente mayor que el de los Gobiernos que le antecedieron (por no hablar del Gobierno central, ahora, como los últimos siete meses, en funciones).

La segunda de estas salidas, de la directora general de Internacionalización, Mónica Cucarella, puede traer cola. Porque se produce tras un escándalo (o serie de escándalos, vinculados con la gasolinera de su familia) de mucha mayor dimensión que el imputable a Dolores Salas (que colocó a su hija en una fundación pública). Y, sobre todo, por la resistencia del conseller de Economía, Rafael Climent, para despedirla. Cuando por fin lo ha hecho, tras el informe de Transparencia que ponía a Cucarella a los pies de los caballos, el principal argumento con el que se justifica la destitución, el «clima mediático», no puede ser más especioso. Da a entender que o bien el escándalo no es tal, y por tanto el conseller se deja guiar por los titulares de prensa; o bien sí que es un escándalo importante, pero que si no fuera por la prensa, el conseller no se daría por aludido. En ambos casos, muy mal.

Todas estas noticias son malas para el Consell; pero, sobre todo, lo son para Compromís. Tras los resultados de junio y el fracaso de A la valenciana, la posible coalición entre Compromís y Podemos en 2019 se ha alejado bastante. Lo mismo cabe decir de un hipotético pacto con EU, sobre todo si se cambia la Ley Electoral y se baja el listón para obtener diputados en las Corts al 3 % (con lo que EU, previsiblemente, entraría sin dificultades).

Todo ello tiene dos consecuencias positivas para el PSPV: la primera, que al presentarse las demás fuerzas de izquierda por separado se evitarán proyectos demasiado contradictorios de los que algunos votantes puedan huir, maximizando así el voto de la izquierda y aumentando sus posibilidades de que globalmente sume 50 escaños o más. La segunda, que Puig podrá dar la batalla a Oltra en 2019 por la supremacía de la izquierda y, consecuentemente, por mantener la presidencia de la Generalitat que hoy ostenta. Aunque, por supuesto, aún es muy pronto, y no sólo por lo que pueda suceder en la Comunitat Valenciana. Por poner un ejemplo: ¡quién sabe cuántas elecciones generales se celebrarán de aquí a 2019!

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