En el blog meteocat del Servicio Meteorológico de Cataluña se explica lo fácil que es batir récords meteorológicos, y que el hecho de que últimamente se habla de cambio climático por el hecho de superar un récord meteorológico es una falacia, ya que estadísticamente es relativamente fácil batirlo. Se debe considerar que esto es fácil especialmente en series cortas como las de los observatorios automáticos de la red actual del Servicio Meteorológico de Cataluña que no llegan a tener más de 30 años, en series más prolongadas es más complicado.

Pero debemos preguntarnos por qué es tan fácil. Hay 12 meses al año, por lo tanto, si tenemos en cuenta la temperatura media hay 24 probabilidades de que en un año se batan récords de temperatura media mensual, tanto a la baja, como al alza. Y también debemos tener en cuenta que hay muchas variables meteorológicas, temperatura, precipitación, viento, presión atmosférica, etc. Y dentro de cada variable meteorológica puede haber un parámetro derivado como el número de días de verano (día con máxima superior a 25ºC), heladas (mínima igual o inferior a 0ºC), noche tropical (mínima igual o superior a 20ºC) o noche ecuatorial (mínima igual o superior a 25ºC).

Es importante también que un observatorio siempre esté en el mismo lugar y que no cambien las condiciones del entorno porque si no es fácil que se batan récords por causa de factores externos al clima. Por ejemplo si de un observatorio de la periferia de la ciudad, pongamos Girona, Bell-lloc, se urbaniza su entorno, como es lo que pasó entre 1990 y 1995, es fácil que en este observatorio disminuyan el número de heladas y que aumente la posibilidad de que un mes tenga récord de temperatura media de las mínimas y temperatura media por efecto de la isla de calor urbana.

Con todo lo dicho podemos afirmar que debemos ser cautelosos a la hora de decir que el logro de un nuevo récord debe asociarse con el cambio climático, debemos investigar en los metadatos del observatorio, y sin embargo como hemos explicado al principio esto no es indicio de ninguna tendencia climática.