Según la serie del mismo nombre, a Lucifer le llaman Luci sus íntimos del infierno. No me negarán que da un bajón del demonio, aunque el estreno de Antena 3 es de los que se deja ver. Ya saben que algunas series norteamericanas son para el verano: una propuesta más barata que la producción española que si cuela, cuela. No son grandes éxitos internacionales como «Juego de tronos», pero distraen una noche a cualquiera y tampoco hace falta encariñarse: ya sabemos que igual estrenan con tres capítulos que liquidan la serie entera en una madrugada intempestiva.
Volviendo a «Lucifer», es un producto bien hecho que reúne ingredientes exitosos de aquí y de allá para componer un puzle a partir del hallazgo inicial, que es colocar a Satanás en persona en el papel protagonista.Lucifer Morningstar es dueño de un club en Los Ángeles al igual que Toni Soprano tenía el Bada Bing! Curiosamente, los dos machos alfa acuden a la consulta de una atractiva psiquiatra, aunque al demonio le cuesta mucho menos ligársela.
La serie también tiene mucho más de «El mentalista» o «Castle»: el protagonista, con sus dones extraordinarios y sin saber bien cómo, acaba acompañando a una guapa policía en sus investigaciones, mantiene con ella la tensión sexual pertinente y resuelve los casos. En este caso, el juego demoníaco es limitado. No olvidemos que la serie es americana y de la cadena Fox.
Esta semana su estreno compitió con la final de «Levántate All Stars» y yo diría que Mario Vaquerizo, con su rímel corrido por las lágrimas, tenía más «look» satánico que el actor Tom Ellis. Aunque también esto se ha descafeinado en Telecinco: la pareja de «heavies» acabaron emocionados cantándole «Sueño contigo» al de Camela.
