Paco: «El permanente éxito de los libros de autoayuda demuestra que son un fracaso. Hablo con la autoridad que me concede haber gastado bastante dinero comprando muchos títulos que ofrecían milagros, y que fui regalando a medida que descubría que ninguna de sus teorías me servía para llevarlas a la práctica. El Quijote sirvió entre otras cosas para enterrar las novelas de caballería. ¿Por qué no hay un libro de autoayuda que haga innecesario seguir publicando más porque demuestra su eficacia? Sencillo: es imposible. Normalmente sus páginas están llenas de buenas ideas (reiterativas, eso sí), grandes consejos y excelentes planificaciones que no sirven para nada. O que sólo sirven por un tiempo insuficiente. Bueno, tal vez tengan utilidad relativa para reflexionar un poco sobre el estado actual de tu vida y obligarte a separar el polvo de los deseos de la paja de las ensoñaciones (o viceversa), pero terminan siendo arrollados por las debilidades y carencias de quien lo lee. Creo que los buenos escritores no necesitan ir a talleres de escritura y que las personas que triunfan en lo suyo (y no me refiero sólo a ganar mucho dinero, ligar y tener una mansión, eso son ambiciones de mediocres) no necesitan leer lo que deben hacer para conseguirlo: tienen la fuerza de voluntad, la determinación y el talento necesarios para ello. Y ninguna de esas tres cosas se adquieren en un libro, como mucho te recuerda tus limitaciones y te acaba frustrando, al igual que las dietas milagreras o los mensajes de motivación en plan Paulo Coelho o los cursos de coaching que olvidas a las dos semanas. La mejor autoayuda que puedes darte es sentarte contigo mismo y decirte las verdades a la cara: ¿Qué quieres de verdad en la vida con tanta intensidad que estarías dispuesto a sustituir la comodidad del desánimo por el vértigo del esfuerzo continuado y progresivo? ¿Estás dispuesto a los sacrificios que ello conlleva? ¿Objetivamente tienes las cualidades necesarias y el coraje imprescindible para destacar? Y, sobre todo, ¿sabrás disfrutar del viaje sin obsesionarte con lo que te espera al final del mismo? Cuando tengas las respuestas, ya no necesitarás más libros para autoengañarte».
