Mal lo tienen en Almàssera los de la separación Iglesia-Estado, pues su fundación como municipio civil independiente se debe a un hecho religioso, un milagro eucarístico, aunque en independencia le dio una lección y le ganó anticipadamente la Parroquia que fue autónoma (1349) antes que el Ayuntamiento.
El 10 de junio de 1348 aconteció el Miracle dels Peixets entre Alboraia y Almàssera. Esquemáticamente, las tradiciones orales y escritas que se conservan cuentan que el cura párroco de Alboraia llevaba el viático, de noche y en medio de una gran tormenta, a un moro converso gravemente enfermo residente al otro lado del Barranc del Carraixet, demarcación hoy de Almàssera, cuando al cruzar el cauce, las aguas que bajaban le hicieron tambalear, cayéndosele la arquilla en la que portaba las Sagradas Formas. Estas fueron arrastradas por las aguas hasta el mar, donde unos pececillos las recogieron y sacaron a tierra, entregándolas al párroco.
El milagro fue historiado entre otros por José Mariano Ortiz, Almarche Vázquez, Escolano, Teixidor, Fray Luís de León, Jaume Bleda, Francisco López, Ugarte de Ercilla, Traval, Roset y Muñoz Hidalgo. Un resumen de todo ello aparece en un libro que hice junto con el fotógrafo Pedro Molero, titulado «Almàssera y su fiesta del Corpus». El actual cura párroco, Vicent Ruix Contelles, se explaya en el tema en otro libro «Almàssera: arrels eucarístiques», que confirma esta realidad, el nacimiento de un municipio independiente en lo civil en lo eclesiástico, pues el Almàssera preexistente dependía para todo de Alboraia.
Por Privilegio Pontificio del Papa Inocencio XI „primo del Conde de Parcent, Señor del lugar„ desde el siglo XVII Almàssera celebra la solemnidad de Corpus Christi el cuarto domingo de agosto en atención al Miracle dels Peixets, aunque debió primar en la petición el traslado de la fiesta del titular de su Iglesia, el Santísimo Sacramento, razones de índole agrícola. En el mes de agosto la agricultura siempre ha descansado concluido el ciclo cerealístico y antes del comienzo del ciclo vitivinícola. Además de tierra de olivos, Almàssera tenía buenos viñedos. Hoy aún se conserva el topónimo urbano de Camí de les Vinyes discurriendo entre las feraces huertas.
El templo parroquial de excelente factura tiene interesantes características. En su presbiterio hay un templete circular con cuatro columnas, que es un enorme sagrario. Los frescos de su ábside son el pintor local Antonio Cortina, el mismo que pintó en Valencia la capilla bizantina de la Beneficencia. La Iglesia de Almàssera es todo un museo pictórico con hermosas obras de Cortina, Cardells, Remigio Soler, Sanchiz? En los últimos años ha sido recuperado afortunadamente gracias al interés y saber del párroco Vicent Ruix el «reraltar», una capillita tras el presbiterio, perteneciente a la antigua iglesia, que abandonada y olvidada servía de trastero, la que restaurada ha resultado ser un documento artístico testimonio muy interesante del Miracle dels Peixets.
Su recuerdo vivo, en fe y tradición, es conmemorado por el pueblo cada cuarto domingo de agosto con una solemne procesión de Corpus, al estilo de Valencia, con superior número de personajes bíblicos y bellísima indumentaria, en la que salen casi medio millar figurantes, todos de la Associació d´Amics del Corpus d´Almàssera, que tiene cerca del millar de socios, más que la de Valencia, que es coordinada con pericia por Ana Reyes. Un acontecimiento que les aconsejo no se pierdan por lo pictórico y barroco.
