Levante-EMV

Levante-EMV

Contenido exclusivo para suscriptores digitales

Vicente

Guerra al maquillaje

Una de mis amigas llegó a tal obsesión por ir siempre perfectamente maquillada, peinada y arreglada que ni en su casa abría la puerta a nadie si no se ponía antes el colorete, el rimel y el pinta labios. Cuando la operaron de una hernia no quiso que fuéramos a visitarla al hospital y bromeaba asegurando que no saldría a la calle con la cara lavada y una coleta ni en caso de incendio. Esta tiranía de la brocha debe ser mucho más obsesiva y enfermiza en el caso de las personas famosas, actrices o modelos.

Estos días se está hablando de la decisión de la cantante Alicia Keys de no maquillarse ni siquiera en galas y alfombras rojas. La artista ha dicho que «cada vez que salía de casa y no me había maquillado estaba preocupada por si alguien me pedía una foto, por si la compartía en Internet. Eran los pensamientos más inseguros y superficiales que tenía» por lo que ha optado por solucionar el problema de raíz y aparecer sin una gota de pintura en la cara. En solidaridad con esta decisión, se pudo ver el otro día a Anne Igartiburu desmaquillándose en directo al final de la emisión de su programa y son cada vez más las mujeres, famosas o no, que están apoyando la iniciativa #NoMakeup (sin maquillaje).

Que haga falta una campaña para que no nos veamos obligadas a estar siempre perfectas evidencia que en esta sociedad nuestra tenemos un problema, pero es lo que hay. Mientras, maravillosas y perfectas mujeres siguen copando los carteles y los anuncios, y el bombardeo de serum, polvos y mil y un productos nos insta a ocultar las arrugas, las manchas y las imperfecciones que llegan con la edad y el abuso de sol y de chocolate. Yo, que no suelo maquillarme mucho debido a mi vagancia, me maravillo cuando comparo el antes y el después, y tengo verdadera curiosidad por ver qué aspecto tendría si fuera capaz de usar el contouring como las de los vídeos. Luego, eso sí, tendría que hacer como Anne Igartiburu y desmaquillarme de inmediato porque no me reconocería en el espejo. Y sería una pena ahora que he conseguido quererme como soy.

Compartir el artículo

stats