La noticia saltó, impactante, apenas iniciado el mes de julio: ¡Una mujer elegida como diseñadora de Dior! Un puesto que, tras la muerte de su fundador, solamente habían ocupado hombres (Saint Laurent, Marc Bohan, Gianfranco Ferré, Galliano y Raf Simons), iba a parar a una mujer italiana. Eso sí: tan autorizada y con una larga carrera de éxitos como Maria Grazia Chiuri, que entre otras cosas deja tras de sí su brillante revitalización de Valentino, compartida con Pierpaolo Piccioli.
A raíz del nombramiento de Chiuri muchos comentarios han sacado a relucir la presencia femenina en la moda, recurriendo casi exclusivamente a mencionar a las inevitables Chanel y Schiaparelli. Pero la historia de la moda está cuajada de nombres de mujer, muchas de ellas sobresalientes y decisivas. Junto a las dos citadas hay que empezar por situar a la eximia Madeleine Vionnet, que instauró y deslumbró con sus magistrales cortes al bies. Otras estrellas de la edad de oro de la Haute Couture: Madame Grès, Nina Ricci, Carven (Carmen de Tomasso), llamada «la gran modista de las tallas pequeñas» porque pensaba sus colecciones para mujeres como ella, que solo medía 1,55 metros. Y Paquin (en realidad, Jeanne Becker), que triunfaba en el primer tercio del siglo pasado, llegando a abrir casa en Madrid. Y, por supuesto, la gran Jeanne Lanvin, cuya sucesión se ha confiado hace poco a otra mujer: la francesa de origen marroquí Bouchra Jarrar. Sin olvidar, claro, a la recientemente desaparecida Sonia Rykiel.
En tiempos cercanos, me vienen a la mente los nombres de Vivienne Westwood, Donna Karan, Carolina Herrera, Alberta Ferretti, Marni (Consuelo Castiglioni), Prada (bajo la férrea directriz de Miuccia), Rei Kawakubo (la creadora de «Comme des garçons», a la que se va a dedicar una exposición en el Met de Nueva York), evocando también la consagración minifaldera de Mary Quant, el buen trabajo de Frida Giannini en Gucci y los éxitos actuales de Stella McCartney, incluso de Victoria Beckam. O diseñadoras para sólidas firmas como Nadège Vanhee-Cybulski en Hermès, Alessandra Fachinetti en Tod´s o Brigitte Comazzi en Gérard Darel.
En nuestro país, ahí tenemos a Amaya Arzuaga, Ágatha Ruiz de la Prada, Sybilla, Purificación García, Lydia Delgado, Teresa Helbig, María Escoté o Carmen March como diseñadora de Pedro del Hierro, por ceñirme a unos pocos ejemplos. Sí: ha habido y sigue habiendo muchas mujeres creadoras o gestionadoras eficaces en el mundo de la moda. Teniendo en cuenta, por añadidura, que el sustrato ineludible de la realización en talles y fábricas queda, casi al 100 %, en manos femeninas.
A propósito de esta concentración femenina, no puedo pasar por alto el nuevo éxito de la valenciana Marta Ortiz, premiada como mejor modelo en la MBFWM „Pasarela Cibeles, para entendernos». ¡Enhorabuena, Marta!
