Está siempre muy serio Jalis de la Serna y el nombre «artístico» le viene al pelo. Sí, viene de la canción de Jalisco y no se raja este madrileño nieto de torero, reportero en ambientes difíciles. Fue de los «Callejeros» de Cuatro y ahora es «Enviado especial» para La Sexta, después de pasar por las situaciones más extremas En tierra hostil.
En su nueva misión no se juega el tipo como en aquel viaje a las minas de coltán del Congo ni entra en las penitenciarías más peligrosas del mundo, como en «Encarcelados». Pero su estilo y el rictus son los mismos: hace tiempo que es marca.
Las tres primeras entregas de «Enviado especial» se han grabado en Estados Unidos. Y eso ya es un lujo para un programa de reportajes, sobre todo si se compara con el actual «Informe Semanal» de TVE, una sombra de lo que fue pese a su extensa red de corresponsales. El nuevo programa de Jalis de la Serna ha bajado su exigencia de peligrosidad, pero tiene a favor que dedica tiempo y medios a tratar un tema «in situ» y en profundidad. La primera entrega trató sobre Pablo Ibar, el español en el corredor de la muerte. La segunda, sobre la obesidad, y la tercera, sobre las armas. Tres propuestas interesantes, con testimonios relevantes y múltiples puntos de vista. En todas el reportero ha tenido la virtud de no opinar, de no imponer su punto de vista y dejar al espectador que saque conclusiones. Lo que en «Callejeros» podía resultar una distancia cínica aquí es un punto a favor. Una lástima que La Sexta y Cuatro se empeñen en competir en cada rincón de su programación, también en éste. A la misma hora se emite «En el punto de mira», otro programa de reportajes interesante y recomendable. ¡Larga vida al reporterismo!
