Una promoción monstruosa vino a verme. Sucedió el pasado lunes por la noche, estaba tranquilamente viendo el drama que vive Pedro Sánchez con los suyos, cuando de repente, Pedro Piqueras, con su característico tono tremendista, fundió la actualidad con el preestreno de la última superproducción de Mediaset. Ya se sabe que en la mercadotecnia no importa tanto el producto sino como lo sepas vender, y en esto Mediaset es un fuera de serie. Hay que rentabilizar esa obligación de las privadas a invertir un 5 % de los ingresos en producciones de cine patrias y con J.A. Bayona, Telecinco Cinema lo tiene asegurado.
Las páginas de Patrick Ness que confieso me emocionaron, son la base de la cinta, y leída la crítica, «Un monstruo viene a verme» se presenta con rotunda calidad, con olor a Óscar, tal como se encargaron de repetir hasta la saciedad en ese bonito envoltorio que supuso su presentación en el Teatro Real. Ahí se encontraba, conduciendo, la bella Isabel Jiménez en una prueba de fuego, la del directo que suponía presentar sin teleprompter y recibir a la cascada de celebridades y políticos que asistían al evento. Desde Cristina Cifuentes a Belén Rueda, todos con dos sencillas preguntas y un adiós, hasta llegar a los monstruos de la profesión, Mr Bayona, Sigourney Weaver y el prometedor Lewis MacDougall, que se encontraron con unos problemas de sonido, traducción y una pobre Isabel que no se lo sacaba de las manos. Mientras, más «divinity» estaba Lara Alvárez con los invitados de magacín, y muy cerca Pepe del Real, para que no olvidásemos donde estabamos. Entrevistaba a un Eduardo Noriega perplejo ante la pregunta del reportero de AR ¿Qué tal el catering?, bien dijo, habían unos bombones de foie buenísimos, y muy bien envueltos, como si fuesen bombones de Ferrero.
Ni hecho a propósito, fiel declaración final para ilustrar una monstruosa promoción televisada?
