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Conservar no es ser progresista

El «no es no» del Gobierno valenciano al complejo Puerto Mediterráneo en el antiguo campo de entrenamiento militar de Paterna puede dejar escapar un inversión millonaria y numerosos puestos de trabajo. La memoria medioambiental ha cerrado la puerta a la llegada de 800 millones a una economía, la valenciana, que entre enero y junio sólo ha recibido 60 millones de capital extranjero.

Esta actuación va a enfrentar, y si no al tiempo, a las distintas almas del Consell, que no tienen por qué identificarse entre PSPV y Compromís. El lobby conservacionista „acertado cuando mira al futuro y desastroso cuando prohíbe„ ha vencido al progresista, y el espíritu crítico tras veinte años de oposición ha tumbado al pragmatismo que debe guiar al buen gobernante.

El modelo que plantea Intu-Eurofund puede no gustarle al Consell de turno, pero la administración es de todos. Y ha de guiarla el interés general. La negativa de plano tiene sentido en la oposición, pero nunca en el Gobierno. Porque cuando eres administración puedes adecuar el proyecto a lo que interese a la mayoría. Puedes proponer menos volumetría en los edificios, reducir asfalto y cemento y hasta obligar a mantener La Mola. Puedes conveniar proyectos para que los niños de La Coma tengan su primer contacto con la naturaleza y que se monten conciertos de música en valenciano.

Pero cerrar la puerta a una inversión porque no es el modelo que defiendes es desentenderse de gobernar. La administración debe equilibrar los intereses medioambientales y el progreso. Y la única manera de que las familias y las personas se emancipen es teniendo un empleo. Siendo económicamente independientes.

El proyecto también ha sido criticado por no generar «empleo de calidad». Entiendo que la intención del Consell es que los miles de licenciados e ingenieros en paro y en el extranjero tengan trabajo en su casa. ¡Pero no todo el mundo tiene carrera! El 18 % de los jóvenes valencianos es nini y la mitad de los desempleados menores de 30 años carece de estudios básicos. ¿Dónde trabajarán estos ciudadanos? ¿No se debería generar ocupación de todas las categorías? ¿O queremos sólo aspirantes a funcionario de tipo A? Este argumento evidencia la visión elitista de parte de la izquierda. Tan necesarios son los ingenieros como los camareros y limpiadores.

El Consell se puede permitir el lujo de frenar una inversión privada si tiene una alternativa. Y por lo que sé, en estos momentos ni Volkswagen ni Microsoft ni Apple están haciendo cola a las puertas del Palau. Y si hablamos de inversión pública, ni está ni se le espera. Los impulsores que están detrás de Puerto Mediterráneo son europeos y tienen dinero depositado en puertos, aeropuertos, energías renovables (!) y una ciudad de los medios de comunicación en Manchester.

Así que el Gobierno de izquierdas va a tener que empezar a elegir. El conflicto y las contradicciones están encima de la mesa. Conservar no es ser progresista. El Consell bipartito está regalando a la derecha el patrimonio de la defensa del empleo. Cuando se plantea una «no» debe haber una alternativa. Y en este caso no la hay.

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