Función extra en el Teatro Olympia, y con lleno a rebosar; algo insólito en la presentación de un libro. Claro está que Como arena entre tus dedos „es su título„ había despertado expectación, por su tema y por su joven autora, Gadea Fitera (tal es su sonoro nom de plume), miembro de una familia muy estimada en la sociedad valenciana. Los introductores del acto „Carmen Fernández de Blas, directora general de la editorial Esfera de los Libros, el crítico Manuel Arranz y la periodista Samanta Villar„ dibujaron desde diferentes ángulos las características de la obra, de la que leyó un capítulo la actriz Marta Chiner. La autora, en su espontánea intervención, apuntó la nada fácil investigación que le ha exigido y su propósito de que Como arena entre tus dedos resulte accesible y bien entendida, más allá de las intrincadas connotaciones de su asunto.
En efecto, el punto de atracción morbosa que pueda ejercer el personaje central, la aristócrata valenciana Margarita Ruiz de Lihory y su implicación en el truculento suceso de «la mano cortada» (no hace mucho difundido en una serie televisiva) se diluye para transformarse en lectura atenta, de las que se siguen sin descanso. Gadea Fitera ha sabido construir una novela que atrapa desde el impresionante comienzo para extenderse después en una hábil estructura de los diferentes planos en que se desenvuelve. Su protagonista, egocéntrica, ambiciosa, soberbia (también una fashion victim de su época, como bien anticipa el bello modelo de la portada, muy atribuible a Augusta Bernard) es además una mujer valiente, combativa, abierta y empeñada en conquistar una libertad tan negada a la mitad femenina del género humano. Sus aventuras (encuentros eróticos, políticos, brujeriles, exóticos, de espionaje y de gran mundo) barajan atinadamente lugares y gentes descritos con sensual minuciosidad, entrelazando los hechos reales bien documentados y la adecuada ficción. La novela emana el frescor de una opera prima y revela, por encima de todo, la cualidad suprema de un novelista: saber contar. Gadea Fitera es una buena narradora, de pulso firme, que despierta y mantiene el interés del lector. Y este don, el primero que se demanda a un novelista, hace prever lo que ella misma, según sus propias palabras, espera: «Un largo futuro en la escritura».
Se cansó de firmar libros, hasta que se agotaron todos los ejemplares previstos. Entre los asistentes, (encabezados por M.ª Ángeles Fayos, anfitriona encantadora del Olympia, la editora de La Esfera de Los Libros Berenice Galaz y las familias Fitera y Blanquer) muchísimas caras concidas: Mayrén Beneyto, Marisa Marín, Carmen de Rosa, Elvira Catalá, Amparo Lacomba, Mamen Rivas, Nidita Guerrero, Paz Olmos, Carmen Pérez, los hermanos Murgui, los joyeros Jordán, Luis Vilanova, Emilio Moreno, Manuel Picazo, el pintor Enrique Senís-Oliver, M.ª José Navarro, Ascensión Barbé, Paco Sanz... y bastantes más. Todos fueron obsequiados al final, en el vestíbulo del Olympia, con un cóctel ofrecido por Jorge Blanquer, del Banco Mediolanum.
