´Tots a una veu´, el lema escogido por la Generalitat con el fin de representar la importancia simbólica de la festividad del 9 d´Octubre, refleja el espíritu que debe guiar a los valencianos para alcanzar sus objetivos. Una sola voz, potente, firme, solidaria con el resto de España y, a la vez, reivindicativa de los derechos y raíces de los ciudadanos de la Comunidad Valenciana.

Ese grito al unísono ha de reclamar la financiación justa y las infraestructuras necesarias para desarrollar el territorio autonómico. También, defender la idiosincrasia regional, la lengua vernácula, el derecho foral, la capacidad de emprender e innovar característica de los valencianos, su carácter abierto a la multiculturalidad o su capacidad para atraer y agasajar a los turistas que nos visitan.

Esa voz única, que implica a todos, no debe ceñirse a reivindicar ni permitir distorsiones por intereses partidistas, políticos o personales. Tampoco tiene que quedar solapada por rifirrafes entre las diferentes formaciones del arco parlamentario, que prefieren en demasiadas ocasiones perderse en anodinas discusiones sobre temas secundarios en lugar de abordar la cuestión que más preocupa a los españoles en general y a los valencianos en particular: el paro.

Sí, sobre todo para generar puestos de trabajo los responsables políticos deben alzarse ´tots a una veu´ con el objetivo de buscar soluciones. Cientos de miles de familias viven desgarradas por el drama del paro. Los dos últimos meses de destrucción de empleo han vuelto a demostrar que la solución todavía se halla demasiado lejana. Los datos reflejan que los partidos viven más preocupados de criticarse unos a otros, de reposar en la incertidumbre y de tener a todos los ciudadanos en ascuas antes que de ponerse de acuerdo y remar conjuntamente hacia el mismo puerto.

Porque en la creación de empleo necesitamos ir ´tots a una veu´. Las políticas de generación de puestos de trabajo tienen que ser absolutamente prioritarias para todas las administraciones públicas. Únicamente reduciendo la magnitud del drama del desempleo puede la Comunidad Valenciana reemprender la senda del progreso y bienestar.