Levante-EMV

Levante-EMV

Contenido exclusivo para suscriptores digitales

Consultorio sentimental para votantes del PSOE

Si eres votante del PSOE y necesitas un abrazo, llámame. He preparado café. Podemos hablar, tengo tiempo. Sé que ahora nada te consuela, pero no te preocupes. A todos nos han roto el corazón alguna vez y lo acabamos superando. Si además también eres militante, puede que el proceso sea más largo y doloroso, pero conseguirás sonreír de nuevo, tú tranquilo.

Ha sido una experiencia muy dura y es normal que te veas atrapado en un carrusel de emociones. Pena, rabia, incredulidad, bochorno... Sucede en todas las crisis de pareja. Se acumulan los recuerdos compartidos, las vivencias y las promesas incumplidas. Todo lo que pudo ser y no fue. Ay. Lo importante ahora es que te dediques tiempo a ti mismo, que te mimes. Atracas la sección de helados del supermercado, te tragas un maratón de Orgullo y prejuicio o de La jungla de cristal (según te pida el cuerpo) y te pimplas una botella de vino, que las crisis políticas y existenciales se superan mucho mejor con una excursión a la decadencia etílica.

Además, tú no te mereces que te traten así. Eres un votante atractivo, fuerte, generoso, divertido. Un votante lleno de virtudes, les va a costar mucho encontrar a alguien como tú. Cualquier partido estaría encantado de contar contigo. No tienes por qué soportar tantas decepciones ni tantos engaños. Esos gritos, esas peleas, esos comentarios malintencionados que solamente buscan hacer daño. No, no y no. Si te hacen sufrir no es amor, basta de relaciones tóxicas. El mar está lleno de peces, ya encontrarás una lista electoral que te devuelva la ilusión y la fe en la política. Hay gente que vota a otras formaciones y míralos qué felices parecen. ¡Si hasta Vox tiene simpatizantes! Como decía mi yaya, «cada cassoleta té la seua tapadoreta».

Te sientes traicionado, es comprensible. Le has dedicado al PSOE los mejores años de tu vida, le has perdonado sus cambios de humor, sus medidas de derecha, sus recortes. Has pasado por alto que flirteara con votantes conservadores, que te diera por hecho y no se esforzara por satisfacer tus necesidades. Incluso le has defendido delante de amigos y familiares que no entendían tu amor. ¡Anda que no te has metido en discusiones de sobremesa por su culpa! Lo hacías porque creías que cambiaría, que valía la pena intentarlo. Pensabas que volvería a ser como antes o que evolucionaría y se adaptaría a los nuevos tiempos con entusiasmo. ¿Y cómo te paga tanto esfuerzo y sacrificio? Montando un pollo en plena calle y aireando vuestras miserias en público. Eso está muy feo, eso no se hace.

La relación llevaba muerta desde años, admítelo. El partido no tenía claro lo que quería, estaba confuso, te ponía excusas. Tú en el fondo lo sabías. Pero claro, luego los veías cantando La Internacional en sus congresos o con el puño en alto y te enternecías. Recordabas los viejos tiempos, nadie puede culparte. No digo que esta crisis vaya a ser definitiva. A lo mejor un día solucionáis vuestros problemas, recuperáis la magia y conseguís reconciliaros. Ya se verá. De momento, debes concentrar tus fuerzas en disfrutar del presente y rehacer tu vida. No estás solo. Votante socialista con el corazón roto, recuérdalo: te queremos, te apoyamos, nos importas. Todo va a salir bien, te lo prometo.

Compartir el artículo

stats