¿Os acordáis de la peli de los Cohen? Aquellos paisajes nevados, aquellos personajes que oscilan entre la presunta ingenuidad de algunos y la extrema violencia de otros, y siempre con esa mezcla de sentido común de la gente sencilla del medio oeste norteamericano y su verosímil inclinación a vivir situaciones absurdas con la mayor naturalidad. Evidentemente esto último supongo que es una licencia artística, nunca he estado en Minnesota y no sé cómo es la gente de allí.
Bien, pues existe una serie del mismo nombre, «Fargo», que hasta el momento tiene dos temporadas con tramas independientes (aunque ligadas por alguno de sus personajes), en la que también están detrás los Cohen, y que reproduce el mismo aliento inquietante de la película. A quienes ésta les gustó, seguro que han visto la serie, y a los que aún no lo habéis hecho os la recomiendo fervientemente.
Atentos a la definición de la wikipedia: «Thriller psicológico, Humor negro, Comedia dramática». A lo que yo agregaría: «Ingenio mordaz, Reparto espectacular, Guión brillante». La primera parte, ambientada en 2006 ganó tres Emmys y dos Globos de Oro, aunque a mí me gustó más la segunda temporada, donde sus creadores nos llevan a finales de los años 70.
En las dos, grandes actores nos sirven tramas que se complican desde el primer capítulo y que nos enganchan hasta el final, haciéndonos seguir sus peripecias criminales con una helada sonrisa y un «estáis flipados, tíos, pero qué buen trabajo» en la mente. En la primera Martin Freeman y Billy Bob Thorton al frente del reparto, y Kirsten Dunst, Patrick Wilson y Ted Danson en la segunda.
Según nos dicen al principio de cada capítulo, la historia está basada en hechos reales, y os aseguro que si es así, se cumple el axioma de que la realidad supera a la ficción. Aquí os dejo la recomendación, a la espera de que estrenen la tercera temporada.
