A Paco Alcácer la aguarda larga travesía del desierto. Sus actuaciones en el Barcelona no han tenido la luz de los goles. En el último encuentro de Liga, frente al Deportivo, disfrutó de tres ocasiones de gol y no le acompañó la fortuna. Juega obsesionado con marcar como le ocurrió a Villa en sus primeros partidos. La ansiedad le está pudiendo. Si finalmente no triunfa en el Barça será uno más de los delanteros valencianos que no hallaron la gloria vestidos de azulgrana. Antes que Alcácer pasaron por el club jugadores como Basilio, Morera y Badenes que triunfaron en otros lugares.
Los futbolistas valencianos no han tenido fortuna en las huestes barcelonistas. Sólo se tiene buen recuerdo de Agustín Sancho Agustina (Benlloch-Castellón) que fue el primer futbolista valenciano internacional y medallista olímpico en Amberes. José Manuel Pesudo, que fue de los más reconocidos, era portero. Amigó, natural de Silla y sobrino de Vicente Morera tuvo una desgraciada actuación el Bernabéu y prácticamente allí acabó su carrera. Excepciones fueron Roberto, hoy secretario técnico y Guillermo Amor. Santacatalina, que fue medio volante también tuvo paso fugaz por Las Corts. Quique fue portero suplente de Velasco y se tomó la revancha sentándose en el larguero en la final de 1954 (3-0) al Barça. Badenes también se vengó aquella tarde al marcar el segundo gol.
Basilio Nieto, que en los infantiles del Valencia se hinchó a marcar goles, no pasó por Mestalla de acuerdo con sus posibilidades. Tropezó con la figura de Mundo. Fue cedido al Olimpic y de Xátiva y luego llegó al Castellón. Durante la Guerra Civil fue movilizado y jugó con un equipo militar en Cataluña, (CREA) pero figuró como Nieto, su primer apellido, en la Diada de 1938. Convertido en delantero muy estimado por sus actuaciones entre els orelluts, la temporada 44-45 la vivió en el Barça. Había sido suplente de Mundo en la selección nacional y tenía marcas como la de veinte goles en veintidós partidos. En el Barça jugó de 1943 a 1945. Disputó 32 partidos y consiguió 15 goles.
Pasó sin pena ni gloria. Regresó al Castellón y siempre se dijo que no hizo migas con Pepe Samitier que era el amo de Las Corts. Fue la gran imagen de aquél equipo del Sequiol en Primera con Pérez; Baiges, Melenchón (o Alepuz); Santacatalina, Guillén, Santolaria; Arnau, Hernández, Basilio, Safont (o Elzo) y Pizá. No logró superar las exigencias del barcelonismo que en aquellos años contó con Mariano Martín y el joven César, que estaba destacando. Volvió a salir del Castellón fue al Espanyol pasó por el Sabadell y acabó en la Balompédica Linense. Murió en Arenys de Mar con 91 años en 2007.
Tras Basilio llegó Vicente Morera Amigó (Silla). Destacó en el Murcia y en el Barcelona solamente jugó en la campaña 45-46. Fue alineado en 10 ocasiones y se anotó 5 tantos. Llegó al Valencia en tiempos de la «delantera eléctrica» y tuvo que luchar para ocupar un lugar en el equipo. No era jugador que se sirviera de la corpulencia como Mundo. Su fútbol era más técnico, era futbolista distinto a lo de su tiempo. La grada se dividió y el sillense tuvo que salir y fichar de nuevo por el Murcia. La Liga que ganó el Valencia en 1947, puede decirse que la decidió él con su goles en el tramo final del campeonato: dos al Oviedo -uno de ellos casi inverosímil- uno, el del triunfo, frente al Athletic, tres al Madrid y Chamartín y uno al Sporting. Es el valencianista único en la historia por las tres dianas al Madrid en su feudo
La primera etapa la pasó por cuestiones de la mili por Sevilla, Betis y Jerez. En el Murcia fue el hombre decisivo en los años del club pimentonero en Primera. Arribó al Levante y en Vallejo fue jugador, entrenador y secretario técnico. En Tercera fue Pichichi y sus compañeros de equipo hablaban de él como «el Mestre». Fue seleccionador juvenil regional y entrenador del Mestalla donde fomentó con éxito la cantera. Fue seleccionador nacional de la Sub-18 y más de la mitad de sus jugadores llegaron a Primera. Delante de un militar, directivo de la Federación, no ocultó sus ideas republicanas y fue destituido.
Manolo Badenes destacó pronto en el Castellón en el que todavía estaba Basilio, y los mejores jugadores del tiempo de Primera. Le bastó muy poco tiempo en el Sequiol para que Samitier lo llevara el Barça. Debutó en 1946, y en las temporadas en que figuró en la plantilla disputó 26 partidos y marcó 28 goles, Su efectividad fue contrastada en la selección B en la que jugó dos encuentros y logró ocho goles. Jugó la final de Copa de 1954 contra el Barcelona (3-0) y marcó el segundo gol. Del Valencia fue al Valladolid en el que fue Pichichi, empatado a tantos con el valenciano Ricardo y Di Stéfano.
Paco Alcácer tiene la oportunidad de mejorar la historia de sus antecesores. Luis Enrique le ha concedido minutos para que vaya adaptándose al juego barcelonista. No ha sido contratado para disputarle el puesto a Luis Suárez, sino para ocupar la plaza del primer suplente del trío de artistas de la casa. Si acepta el papel de secundario y calma sus nervios podrá asentarse como hicieron otros fichados para semejante papel. Sería lástima que acabará formando parte de quienes hallaron la frustración a pesar de llegar al Barça con reconocida solvencia.
