Recientemente ha surgido una iniciativa para pedir una investigación institucional sobre un supuesto plagio en la tesis doctoral de Francisco Camps. La denuncia no parte de un cualquiera, sino del profesor de Filosofía del Derecho de la Universidad Pública de Navarra Jorge Urdánoz. Es especialista en el tema de la citada tesis y ha redactado un informe de 66 páginas señalando los párrafos supuestamente plagiados „es decir tomados de otros autores como si fueran propios, sin la correspondiente cita imprescindible„, que incluyen textos de su director de tesis, Francisco Garrido, de un miembro del tribunal y hasta del BOE. Todo ello tras conseguir estudiar la tesis por orden del Consejo de Transparencia, pues su consulta fue explícitamente prohibida por el mismo Camps.

En fin, la presunción de inocencia es lo primero, pero la mejor manera de demostrarla es facilitar la investigación, no impedirla todo lo posible como el autor ha hecho hasta la fecha. Por otra parte, recordemos que la tesis se defiendió en febrero de 2012, si contamos con más de un mes para el depósito y las necesarias gestiones previas, el tiempo útil de investigación desde que Camps dejó de ser president de la Generalitat hasta la fecha de presentación del original es de solo seis meses, plazo insuficiente para escribir una tesis, y es inimaginable que se pueda compatibilizar un trabajo de investigación del calibre de una tesis doctoral, con el cargo de president de la Generalitat a tiempo completo. Por todo ello, parece más que justificada la petición, refrendada ya por más de 150.000 firmas de ciudadanos en la plataforma change.org.

Los que nos dedicamos a la investigación y a su enseñanza, los que hemos elaborado una tesis doctoral a través de años de trabajo casi exclusivo, siempre defenderemos la seriedad y la calidad de este importante proceso, frente a su reducción a un simple trámite para conseguir un mejor puesto académico. No es nuevo el plagio en el ámbito político: en Alemania, la exministra de Educación Annette Schavan y el exministro de Defensa Karl-Theodor zu Guttenberg tuvieron que dimitir en 2011 al demostrarse plagio en sus tesis doctorales. ¡Ay!, algunos políticos, instrumentalizando siempre todo en su propio beneficio, tan faltos de respeto por el verdadero conocimiento, siempre fruto del esfuerzo aunado al tiempo.

La Consellería de Educación debe implicarse en la investigación del tema nombrando una comisión independiente, no solo la Universidad Miguel Hernández, que fue creada precisamente a iniciativa del gobierno del PP. Si la actual Generalitat está por la transparencia y las buenas prácticas, a ellos les toca investigar esta sospecha.