Levante-EMV

Levante-EMV

Contenido exclusivo para suscriptores digitales

Espejo marroquí

Juguemos a considerar el estrecho de Gibraltar como un espejo por el que España obtiene en Marruecos el reflejo de si misma. O viceversa, no se me alteren, sólo es un juego. Marruecos es muy diverso de paisajes y climas (hacía fresco en el Atlas) y es a la vez atlántico y mediterráneo. Y andalusí. Y como nosotros, tiene una cocina de mucho espesor y vuelo que, sin embargo, Josep Pla ni vio. He vuelto por allí y he visto mejores casas, calles y carnicerías más limpias: la miseria siempre es parda y con moscas, aunque sea noruega, pero al apuntar la prosperidad, todo son bidets y abluciones, sobre todo si eres árabe, que las tienes de precepto, y profesas un desmedido amor por fuentes y acequias.

Después de tantos siglos de hacer de puente de invasiones de todos los colores, quizás las cosas sigan más en el mismo sitio de lo que parece: bereberes arabizados acudieron a Al Andalus, donde había bastantes bereberes cristianizados (o judíos) y profesaron, casi todos, el islam. Tras la caída de Granada, los árabes medio bereberes y andalusíes, siguieron cristianados o se emboscaron en España o regresaron al Magreb. Algo parecido ocurrió con los judíos como el marroquí Boris Toledano (atención al apellido), que murió en agosto: estuvo en las Brigadas Internacionales, combatió y penó en un campo de concentración francés y trató de pasar a México con el exilio español. Judíos, moros y cristianos.

Ahora Marruecos está de moda como proveedora de sets de rodaje. Como lo estuvo España o lo sigue estando México. No es casualidad: hay países que nacen con el mundicolor puesto y ya John Huston convirtió un trozo de Marruecos en el legendario Kafiristán de la prodigiosa El hombre que pudo reinar. Hasta tiene tensiones territoriales y nacionales y no parece muy partidario de la consulta (a los saharauis) ¿A qué me suena? También padece una crónica mala suerte con sus rectores, aunque no sepamos como se dice en árabe «¡Dios, qué buen vasallo si hubiese buen señor!». Ya sé que estarán pensando que trato de provocar. ¡Pero si son moros! Claro, y si tuvieran focas e iglúes, serían esquimales.

Compartir el artículo

stats