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Amparo Barbeta 01

Si querer es poder...

Hace un año, las meigas sacaron de la UVI al Valencia cuando el equipo llegaba expirando a Balaídos. Ese día, con Nuno en el banquillo, los futbolistas demostraron que querer es poder. ¿Autogestión? Da igual. Con orgullo, el Valencia cortocircuitó al Celta de Berizzo para endosarle un duro 1-5. ¿Quién habría apostado por ese resultado cuando se llegaba tras perder, y bien, contra el Gent? Da igual. El Valencia, en una inspirada tarde de Alcácer, Parejo y Mustafi, se pegó un festín. O lo culminó. Desde que la expedición partió del aeropuerto de Manises, el ambiente era diferente al de otros desplazamientos. Con Nuno entre las cuerdas, la cara de los futbolistas era bien distinta. Algo se estaba tramando. A pesar de que se hablaba de situación límite „algún asesor daba por hecho que si se perdía el portugués no volvía a Valencia„, en las horas previas el ambiente fue de lo más distendido: paseo junto a la ria, bromas, visitas...

Fue en el vestuario de Balaídos cuando los capitanes dieron un golpe sobre la mesa para apelar al orgullo y amor propio. El encuentro se superó con nota. En un contexto bien distinto, el Valencia necesita rescatar en Vigo las virtudes que exhibió contra el Barça y olvidó contra el Depor para seguir escalando en la clasificación. Junta de accionistas al margen, lo que prima es que Prandelli, tras cuarenta días dirigiendo al equipo, nos regale un gran victoria de la que poder disfrutar durante el parón porque nunca está de más llevarse una alegría al cuerpo.

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