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Subirse a la tele

Antes de subirse al coche para volver a recorrer España, como anunciaba al dejar su acta de diputado, Pedro Sánchez se subió a la tele. En la pequeña pantalla libró hace una semana su primer asalto por recuperar la secretaría general del PSOE y eligió para ello a Jordi Évole, concediéndole una charla en exclusiva con la que protagonizó «Salvados». Un éxito de audiencia y de estrategia, rápido y efectivo: 50 minutos de horario estelar para ajustar cuentas con su pasado reciente y arrancar su nueva campaña. Quien pega primero pega dos veces, más aún en la tele, aunque eso no ha evitado que a Pedro le hayan llovido golpes críticos después. Pero él ya tiene un relato lanzado a la opinión pública y sobre todo a los suyos, un mensaje de arrepentimiento con el que se acerca a Podemos y se aleja más del PP. En «Salvados» deben estar esperando a que Susana Díaz acceda a dar la réplica, probablemente en una taberna andaluza.

El debate de bar televisado es un hallazgo visual del equipo de Évole que hay que valorar y reconocer: ¡No todo lo han de inventar los americanos! Ellos aún no han hecho un debate entre Hillary Clinton y Donald Trump en un bar, con lo bien que funcionan. Seguro que al republicano le haría gracia la idea, porque de tele sabe mucho y charlar en un bar te acerca al estadounidense medio por un rato aunque seas millonario. Por eso en «Salvados» también sentaron en un bar a debatir a un grupo de militantes socialistas anónimos. Fue la previa a Sánchez y hubo cuota valenciana gracias a Trini Castelló, que se mostró más cerca del ex secretario general que del president Ximo Puig. Ahí Sánchez ganó el debate antes de sentarse porque, frente a la representante de las bases andaluzas, coincidieron el madrileño, el catalán y la valenciana.

Y mientras Pedro Sánchez se sube a la tele, el nuevo Gobierno de Mariano Rajoy ha echado a andar. Y el presidente no ha variado sus costumbres: sin filtrar la quiniela ministerial, ha renovado lo justo y ha consumido sus tiempos. Hasta el final se especuló el jueves con una comparecencia en Moncloa que nunca llegó y la composición del gabinete se anunció con un comunicado. Hasta próximas elecciones será difícil que el presidente se suba a la tele. Como mucho, al plasma.

PAQUITA. Ya les hablé de ella, «Paquita Salas», una serie creada para la web que ha roto moldes. Ha acabado su primera temporada de cinco capítulos confirmando que se puede hacer buena televisión con pocos medios si sobra talento. Habrá segunda temporada del personaje que interpreta Brays Efe y no es para menos. ¿Cuándo la emitirán en la tele? Eso empieza a ser lo de menos.

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