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Visionarios

De verdad que lo veíamos como una excentricidad más de los americanos, un pueblo que se alimenta de hamburguesas, que nos trajo la moda de los trajes con zapatillas y donde parece más fácil comprar armas que una cerveza. Sabía que los pobres no tenían mucho donde elegir pero no esperaba que ganara Trump. Pensé que tampoco quería que Rajoy fuera presidente, ni que Gran Bretaña se saliera de la Unión Europea. Como mi mente funciona así de rara, como la del niño de Sigue Soñando, inmediatamente me vi en un bar con un capitán delante de mí que decía «Creo que bajo ese cínico caparazón se esconde un sentimental. Ríase si quiere, pero me conozco su historial. Le mencionaré dos detalles: en 1935 llevó armas a Etiopía, en 1936 luchó en España con los republicanos». «Y fui muy bien pagado en ambas ocasiones», «Los vencedores habrían pagado mejor» contestó él. Parece que tengo un ojo clínico para escoger el bando equivocado. En fin, que algo está pasando en el mundo cuando alguien así es capaz de convencer a millones de personas, qué desencantados, desesperados, deben estar para perdonar todo el historial xenófobo, homófobo, misógino y un montón de adjetivos negativos más que adornan a este señor. Es fácil cuando algo no va bien echar la culpa a los mexicanos, a los inmigrantes, a los moros, siempre la culpa al que viene de fuera, eso también es muy americano. Aquí nos tiramos las manos a la cabeza con los, al parecer invisibles para sus votantes, casos de corrupción que jalonan el PP, dicen que aquí esa desesperación y desencanto dio como resultado el 15M y Podemos, en ese caso, ¿qué está pasando aquí?. El miércoles III Guerra Mundial era TT, miles de personas bromeaban, o no tanto, con lo que Trump podía llegar a hacer. Una vez más mi mente se iba, en este caso a una canción «Las bombas nucleares están cogiendo polvo» de Mamá Ladilla, grupo que no sólo recuerdo en primavera. Y me pareció bastante significativo, todo andaba muy tranquilo en los países civilizados y ahora, viendo que ni los analistas, ni los grandes medios, ni las encuestas, aciertan nada nos encontramos ante una situación en la que cualquier cosas puede pasar «Se acabaron las mentiras, se acabaron las verdades» dice la canción. También triunfaba en twitter la palabra Marte, todos se querían ir allí. Sin embargo la canción de Mamá Ladilla continúa con una frase demoledora «Arrojadlas por los aires por si acaso hay vida en Marte» así que lo siento amiguitos, ni esa salida nos queda. Juan Abarca, un visionario, igual que aquel guionista de los Simpson que vaticinaba en un capítulo, era el único, el triunfo de Trump como lo peor que le podía pasar a EEUU. Tal vez sea cuestión de ficharlos a ambos. Aunque hay otro más, nuestro presidente, Fernando Galindo, perdón, quería decir Mariano Rajoy, que en ningún momento apoyó, como otros dirigentes, a Hilary y que se apresuró a felicitar al estrafalario nuevo dirigente. Podríamos llegar a pensar que en algo nos estamos equivocando cuando la mayoría siempre piensa lo contrario, pero, lo siento, me niego a seguir a millones de moscas porque indefectiblemente sé a dónde van.

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