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Tras las huellas de heródoto

Padre, si no te alejas de aquí este extranjero acabará por sobornarte». Estas son las palabras de Gorgo, una niña de ocho años, dirigidas a su padre cuando Aristágoras, el tirano de Mileto, necesitó la ayuda de Esparta para conquistar el imperio asiático. Conocedor de la atracción que los espartanos sentían por la riqueza ofreció a Cleómenes una elevada suma de plata y una fácil conquista de Persia, pero Cleómenes lo rechazó. La niña Gorgo llegó a ser reina y demostró su inteligencia en momentos muy difíciles para Esparta. Esto sucedió a finales del siglo VI a.C. En el siglo XXI el señor Rajoy presentó a una niña que permaneció callada ante todos los ofrecimientos de riquezas y prebendas. La niña desapareció en la oscuridad y no fue reina de ningún país€La niña de Rajoy no tiene nada que ver con Gorgo que advirtió a su padre del peligro de la tentación de las riquezas y sobornos€ ¿Es la humanidad en ocasiones tan repetidas y diferente según los comportamientos?El libro de Antonio Penadés «Tras las huellas de Heródoto. Crónicas de un viaje histórico por Asia Menor» me ha llevado por un recorrido en el que vale la pena y he sentido que descubría lo que él mira y narra siguiendo las huellas de Heródoto, a quien Cicerón le llamó «el padre de la historia». Los historiadores solían acabar en el destierro, apartados del ejercicio cotidiano de la política y del poder€ «Somos prisioneros de lo ineluctable. Por eso la peor angustia del mundo estriba en tener conciencia de muchas cosas pero no poder controlar ninguna» (Atagino).¿Es el Presidente Rajoy con sus mutismos y reservas, con sus lentitudes e imposiciones, un poco lo ineluctable?

Antonio Penadés tiene la habilidad de situar al lector en el hoy: en el paisaje en que se recrea, en el pensamiento de Heródoto y en el suyo propio, con el espíritu actual que tendría hoy el gran padre de la historia.Me he detenido en Samos: «La trayectoria de un lugar la protagonizan sus hombres y sus mujeres». Nuestro País Valencià descuida y olvida, vive en lo intrascendente, en pequeñas/grandes reyertas políticas, sociales y culturales... no contempla todo lo que de positivo posee, no suma; resta, no une; separa... (Sra. Bonig, únase a los valencianos cuando se vaya a Madrid a reclamar lo que es nuestro, no se reúna a solas con el Sr. Montoro quien no hace justicia a nuestro País). Y en aquella isla nacieron tres hombres claves en nuestra cultura: Pitágoras, Aristarco y Epicuro. «€. No puede tratarse de un fenómeno casual, sino que debe responder al intenso ambiente ilustrado que se asentó en época arcaica y que se prolongaría durante varios siglos».

He soñado que vivía en ese ambiente ilustrado y en la brillante época de Éfeso, en la que surgieron poetas, pensadores, artistas€ Me quedé con las últimas palabras que leí antes de dormirme: «Los miembros de ese grupo de jonios insignes, variopintos e independientes actuaron en solitario por una causa común: la gradual liberación del peso de los mitos y el enaltecimiento del hombre como ser pensante».

Me ha despertado la radio y me ha devuelto al absurdo y nefasto momento político que contribuye a una sociedad cuyo mayor valor es el consumo y he querido marchar tras las huellas de Heródoto de la mano de Antonio Penadés.

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