Ya tenemos nuevo gobierno y nueva decepción para nuestra comunidad, pues Rajoy ha prescindido de García Margallo, valenciano de adopción, que en algún momento dio alguna opinión en nuestro favor y aunque no manifestó su oposición clara a otros asuntos, algo era. Para designar este gobierno, del arco mediterráneo solo ha contado con una ministra catalana. Seguramente, del área que tanto aporta a la economía española no dispone de personas válidas. Y además no escucha las opiniones en contra de Montoro, Cospedal y Pastor, premiada por su fuerte decantación en inversiones a la Comunidad de Madrid y a su tierra natal. Los otros que siguen como ministros despreciaron a nuestra comunidad en la financiación cuando más lo necesitábamos, y el trasvase de aguas para Alicante, que se denegó.

Todo lo anterior significa que seguiremos como en los gobiernos previos destinando lo máximo de financiación para Madrid y el mínimo posible para las otras comunidades. No sé si nos dejarán terminar el eje de Mediterráneo o el AVE Valencia-Barcelona, que parece tienen la intención que sea la última inversión a ejecutar. O el ferrocarril a Zaragoza que permita conectar los puertos del arco del Mediterráneo, con los del Cantábrico. Estas infraestructuras son rentables y de gran futuro, no como otras de AVEs y autopistas radiales y demás inversiones sin ningún criterio de rentabilidad. Los puertos de Valencia, Sagunto y Catellón, por si solos, justifican lo anterior pensando en criterios económicos rentables para España. Finalmente está el Parc Sagunt, una historia muy larga, que lleva muchos años paralizado sin ninguna industria impulsada por los gobiernos, porque es demostrable el interés que tienen de llevarlas a Madrid, para así hacerlo más rico y más grande.

Invitaría a que, desde la Politécnica, se haga un estudio comparativo entre las comunidades Madrid y Valencia entre 1975 (final de la dictadura) y 2016 para que sepamos como estuvimos entonces y como estamos ahora. Si desde el Gobierno central no se cambia el reparto de justicia económica y se distribuye entre comunidades gran parte de entidades públicas, no se quejen luego de la cantidad de españoles insatisfechos, sobre todo los jóvenes, con la concepción y el himno de España.