Algunos barrios construidos sobre la huerta deben rendir homenaje póstumo a la vida vegetal aniquilada. Orriols, Benimaclet, Benimamet, Patraix. Cuantos vecinos comparten tales entornos ciudadanos unen sus voces ante soluciones de adecuación de espacios y, en algunos casos, se revuelven al descubrir opciones de dudosa calidad. Las comunidades precisan áreas verdes bien diseñadas, parques creados con la honradez del espíritu labriego; zonas en las que plantar y dejar crecer retoños de aquellos ancestros que tejieron sus raíces bajo el terreno. El verde es vida y, tan contundente aseveración, no puede tener contra oferta aunque esta se disfrace. Solares municipales, contemplados en futuros planes de actuación consistorial, han de apostar por la naturaleza. Parques con ejemplares arbóreos concienzudamente seleccionados. Vergeles que promueven la belleza y utilidad, con ejemplares de gran envergadura en su centro y otros menos colosales en derredor, con una inteligente red de imbornales y desagües que impidan estancamientos de agua de lluvia y las consiguientes inundaciones en viviendas lindantes. Jardines para que los niños respiren aire purificado mediante fotosíntesis vegetal. El catedrático de neurocirujía F. Ramos revaloriza la implantación de la naturaleza en cercanía con la infancia, "el niño tiene que estar abierto", apostando por una educación de sensaciones donde el contacto con plantas y animales sea natural y no virtual, acrecentando las capacidades individuales de cada crio. Valencia, ciudad mediterránea, posee un calendario plagado de meses soleados; si el cemento se posiciona como solución, este será implacable reflector en tiempos de temperaturas encendidas.

La vegetación acogió al homínido en sus primeros pasos como mamífero bípedo sin contrariarse por tal presencia siendo cómplice de sus huidas ante ataques de otros animales. ¿Qué sensibilidad transmiten las plazas desarboladas? Mamotretos constructivos frígidos que en nada realzan eventos, al contrario de los llevados a cabo entre arbolado; actos multiculturales, bailes tradicionales y coreografías con amigos potencian su atractivo en remansos verdes como el Jardín del Turia. Música, cine y teatro al abrigo de la naturaleza son posibles. Nada de gradas y mesas de obra. Más oasis y menos construcciones sin alma. Más naturaleza para los pequeños que aún saben divertirse con lo sencillo siendo capaces de no sentirse agobiados por la exclusión social gracias a su imaginación; jugando con la tierra, tocando el agua de una fuente, coleccionando hojas caídas. Es obligado crear vida para ellos, insuflar respeto por el entorno natural, implantándolo donde no existe y defendiéndolo allá donde brota. No es buen maestro aquél que encierra a sus alumnos en una árida cantera sin latido, en plazas con gradas de cemento, mesas de cemento y suelo de cemento. Talar, desubicar, arrancar, destruir; sentenciar a familias botánicas bajo premisas de intereses o prisas por resolver se ha llevado por delante a rosales, pinos y moreras que han caído mientras su quejido llegó al corazón de los convecinos que durante años compartieron su día a día.

Existen fechas oficiales de carácter internacional que auspician el respeto por el mundo vegetal; el Día Internacional de los Bosques (los árboles), "Bosques y agua" y el Día Internacional de la Fascinación por las Plantas (250.000 especies vegetales), bajo el auspicio de European Plant Science Organisation (EPSO).

Había una vez una histórica higuera que sobrevivió a tempestades, gamberradas y a la guerra. A quienes dormitaban bajos sus potentes ramas les otorgaba paz y sombra en verano y, en época de frutos, regalaba sus higos. Llegaron excavadoras, camiones, obreros y aquél legendario gigante se transformó en una vulgar rampa.

La historia de la psicología vegetal tiene entre sus nombres más notables al americano, "químico agrícola George Washington Carver (1864- 1943), entre cuyas numerosas aportaciones a la sociedad moderna se encuentra el descubrimiento de la manteca de cacahuete. Cuando era joven curaba plantas, les cantaba", ante las preguntas sobre la extraordinaria cura respondía que "las propias plantas guardaban los secretos en su interior".

Antes de sumergir a los vecinos en la estéril experiencia de plazas anodinas bien vale recapacitar sobre la filosofía de ilustres, tales como el orador, político y escritor romano Cicerón que fundamentaban su pensamiento en la naturaleza. Parques y jardines conforman la más notoria fuente de sociabilidad urbana para cualquier ciudadanía. Valencia bien merece jardines.