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Nobles pasiones

A las editoriales se les pega, a menudo, la prisa de los autores por publicar, siendo como es la gloria perdurable, y casi todos se apuntan al principio del pájaro en mano y prefieren sacar cosas en los días de liquidación del año viejo que en las jornadas augurales del año a estrenar. Por ejemplo, Joan Garí es de la escuela cunícola „«run, rabbit, run»„ y saca libro nuevo casi cada temporada. Ahora le toca a L´única passió noble, donde de la mano del señor de Montaigne aborda la cuestión de la identidad de los valencianos, ya saben que alguna vez fuimos clòtxina o así.

Quien parece poseído por un frenesí generador, ajeno a los plazos, es otro brillante ensayista Joan Dolç que no se cansa de acopiar más capítulos para su sempiterno Balanç d´existències (accesible en papel y en internet y, siempre, ilustrado con foto tan intencional como el texto, claro). Pero ya digo, la mayoría se marca plazos para seguir en el candelabro y los editores me mandan mucha labor por si digo algo de éste y de aquél. Pues digo que un tercer ensayista, Joan Borja, a quien conocí cuando era un chaval, publica Sobre l´alquímia de la vida, conversaciones con el científico Xavier Vendrell para conocer, en lenguaje común, las claves de la genética y su manipulación ahora que nos venden la vida eterna, con lo que cuesta dar la cara sólo unos lustros.

Naturalmente, ha salido en Benissa, y en cualquier librería de las buenas, mi amado Calendari dels Brillants que cumple 30 años y es de obligada consulta para quienes vivimos pendientes de las germinaciones, lo único importante. Pues bien, ha sido el libro Les muixarangues valencianes el que me ha llamado más la atención. Hay muixarangues y castells en la India (las llevaron allí los jesuitas), pero también en Titaguas y Calles y como para mayor jaleo las muixarangues son conocidas en Cataluña como «ball de valencians», el problema de su origen y naturaleza se vuelve enrevesado: ¿subieron o bajaron? Quizás las dos cosas: sobre un patrón universal (la torre humana), se fue anillando la escenografía barroca a la que pertenecen de lleno.

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