Estaba, como tantas veces, escuchando el concierto de año nuevo en Viena (por la TVE). Se notaba que el maestro venezolano Dudamel - a quien hemos visto antes en el Palau de la Música cuando comenzaba la carrera internacional- se lo pasaba en grande. En el repertorio hubo muchas novedades (piezas del siglo XIX y XX) que la magnífica orquesta bordaba (dicen que sus músicos pueden tocar sin director, pero cada uno le da su toque). Lo que destaca es el acontecimiento social indiscutible y el nivel económico de su público. Me han ofrecido llevarme unas dos veces y tengo amigos que todavía tienen ganas a pesar de todo eso y del frío que hace a final de año y a comienzos en la capital del que fuera imperio austro-húngaro.

Entre las muchas anécdotas que el comentarista destacó me llamó la atención que incluyera una pieza de uno de los Strauss (¿Johan?) en homenaje a la bailarina española Pepita. Ellos le ponían de apellido Oliva o de Oliva. Posiblemente se trata de la misma bailarina de Málaga que triunfó en París y en Berlín por esas fechas y que atrajo al encargado de negocios británico, Lionel Sackville-West (y por tanto, descendiente de la hermana de Ana Bolena, primo hermano de Isabel I, que favoreció a la familia con donaciones y cargos, como se puede leer en Orlando de Virginia Woolf). Pepita tuvo varios hijos del aristócrata y él, que heredó los títulos familiares, Earl of Dorset, y demás, la mantuvo en Francia a lo grande, pero solamente reconoció a Victoria, dándole el apellido y llevándola, como embajador, a Washington. Tras un matrimonio familiar nació una hija, que es más conocida, por sus novelas y poemas, Vita Sackville-West. Ella, en su famoso libro sobre su abuela, no nombra esta composición en su honor. Aunque rastreó mucho y vino a España para conocer sus raíces. Le hubiera gustado saberlo y también al bisnieto Nigel Nicolson, a quien conocí en 1974 y traté por carta durante años, hasta que le visité ya en el siglo XXI en Sissinghurst Castle (Kent).

No es mala manera de iniciar un año que va a ser muy movido en Europa y en EE.UU. a buen seguro. Nos puede dar un poco de serenidad y de optimismo en unas circunstancias problemáticas y en un contexto internacional por lo demás inquietante (con tensiones diversas y conflictos calientes de difícil solución). Un respiro para iniciar este 2017.

Aquí han primado los análisis de las cifras por parte de los expertos en economía, la subida del salario mínimo interprofesional, por fin, junto al aumento mínimo de las pensiones, junto al dato del IPC, lo que hace que inevitablemente las clases pasivas hayan perdido poder adquisitivo, mientras suben precios e impuestos varios que repercuten en el consumo. Era otro tipo de concierto, más realista y menos consolador, para saber a qué atendernos con las cuentas familiares o particulares. Las uvas, los turrones y los sinsabores se entremezclan así por estas fechas de tantas celebraciones (en las que ha primado el tema de la seguridad).

Si los que tienen o han tenido hipotecas esperan recuperar parte de lo que les cobraron de más(por la llamada cláusula suelo) y los que solicitaron la ayuda por dependencia y fallecieron antes de cobrarla, por la resistencia institucional, que aquí fue especialmente fuerte, se afirma que sus parientes puedan cobrar lo debido aunque con demasiado retraso. Más vale tarde que nunca, se dirá. Es la música de año nuevo.