Cuando a los partidos políticos firmantes del Pacto del Botánico les llegó el momento de la formación del gobierno, con la distribución de las conselleries y la designación de las personas que debían ocupar estos puestos, es posible que pensaran que la sanidad valenciana no estaba tan mal, y no precisaba grandes cambios para dar respuesta a los problemas sanitarios de la Comunidad Valenciana, y así se designó a una persona experta en políticas de igualdad, médica de formación, y que cumplía el cupo de la paridad.

Lógicamente, había que dar un plazo de tiempo al nuevo equipo de la conselleria, para que introdujera cambios en la transparencia de la información y la participación de los ciudadanos y profesionales en la planificación y gestión de los servicios sanitarios, desmontando así la gestión opaca y elitista del gobierno precedente del Partido Popular, porque creemos que informar y dar voz a los ciudadanos y profesionales en la planificación y gestión sanitaria es una forma de profundizar en la democracia y evitar errores, acorde con una ideología progresista.

Veamos algunos ejemplos paradigmáticos de actuaciones que el PP ocultó a la opinión pública, hasta que se consolidaron y fueron irreversibles. Si la sociedad civil hubiese sido consultada o al menos informada de la desaparición del hospital infantil del hospital la Fe, y de las consecuencias de su pérdida ¿ésta se habría producido? Si hubiese informado de su plan de suprimir más de 1.000 camas de agudos y sus en la ciudad de Valencia, ¿habría podido hacerlo? Seguro que no. Si la sociedad valenciana se habría opuesto a dichas medidas. Pero el deterioro de nuestra sanidad no reside solo en lo que hicieron a escondidas de todos. También nuestra sanidad se ha deteriorado por lo que dejaron de hacer. Los 317.000 ciudadanos del Departamento Arnau-Llíria deben saber que no tienen en su departamento servicios asistenciales básicos como Pediatría, Obstetricia, Nefrología o Hemodinámica y que tienen que ser trasladados a otros centros para ser atendidos en estas especialidades. Los usuarios del hospital General de Castellón, deben saber que carecen de servicio de cirugía cardiaca y los enfermos se trasladan al hospital de Alzira o incluso al hospital de Puerta de Hierro en Madrid.

El Partido Popular, a escondidas, vació de contenido los Consejos de Salud y eliminó la Juntas Facultativas de los hospitales, órganos de participación de los ciudadanos y profesionales, respectivamente, en las que debía informar y dar cuenta de su gestión.

Con unos Consejos de Salud democráticamente elegidos y con capacidad operativa estos desmanes en la planificación y en la gestión realizados por el Partido Popular no hubieran sido posibles. Con unas Juntas Facultativas actuando como asesoras de los equipos directivos de los departamentos sanitarios, estos no habrían actuado arbitrariamente.

El partido socialista decía en su programa electoral que, en la planificación y gestión sanitaria, los ciudadanos y profesionales estarían en el eje de las decisiones por medio de los Consejos de Salud, que tendrían el derecho a conocer los objetivos de cada centro asistencial, presupuestos, recursos y deberían ser informados de los nombramientos y ceses de los cargos directivos. Las Juntas Facultativas de cada centro asistencial asesorarían a los equipos directivos.

Pues bien a esta altura de la legislatura ninguna de las dos estructuras ha sido creada, se continúa sin dar voz a los ciudadanos ni a los profesionales. Se siguen tomando decisiones relevantes, que comprometen la sanidad pública sin informar de forma clara, ni a los ciudadanos ni a los profesionales. La Conselleria prepara una profunda reorganización de la sanidad. Un nuevo mapa sanitario con seis grandes aéreas asistenciales, en las que los profesionales trabajen de forma más colaborativa y menos geográfica. El borrador de dicho plan solo lo ha difundido entre las «élites» del sistema sanitario público: los gerentes y directores de los departamentos de salud, para que aporten ideas. Por lo tanto, en materia de transparencia y participación, seguimos igual que con el anterior gobierno. Para el cambio hacen falta tres cosas: compromiso político, conocimiento técnicos y autoridad moral, que esperemos que lleguen.