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Cordero alumbrado

Ya han pasado los Reyes y no ha ocurrido nada porque en Benimaclet la cabalgata se haya celebrado la víspera de la víspera, son celebraciones cívicas, adorablemente pueriles, y lo que cuenta es que haya caballos, lucerío, carrozas, música, camellos, ilusión, dulces y sorpresas, y eso no cambia porque los reyes sean republicanos, pentatónicos, coloreados, mujeres, republicanos, negros o camaradas. Pero el año pasado casi piden ejecuciones públicas porque tres Reinas Magas comparecieron en las calles de Valencia, antes de Reyes, por su propio circuito y sin ninguna voluntad de suplantación de la tradicional cabalgata.

Incluso hubo un cretino que les presentó (a ellas y a sus compañeras de Madrid) como verdaderas asesinas de ilusiones, como si los niños necesitasen, para gozar, de la rectitud doctrinal y de la procedencia de los disfraces. Debería releerse, el tal: fue en El Mundo. Por otra parte, los textos que nuestra tradición considera sagrados, no precisa cuantos eran los Reyes, ni su color, ideología o nacionalidad, aunque muy rubios seguro que no eran, la latitud de Israel y países vecinos no lo permite. Hay judíos rubios pero porque se criaron en Rusia y nadie, ni siquiera Yavé, manda del paquete genético.

Pertenezco a la generación que se enteró, ya de mayor, que el convento de San Miguel de los Reyes era, en realidad, de Sant Miquel i els Reis, lo que, dicho sea de paso, es más conforme a la lógica y a la teología. El arcángel combativo no necesita Reyes: tiene un jefe superior. Como ven, los Reyes fueron más o menos canonizados (Juan Pablo II también canonizaba a barullo), incluso son venerados en alguna catedral alemana (son los únicos que aceptan refugiados de Oriente Medio), ahora no recuerdo cual, por haber asistido a la Epifanía o manifestación de la divinidad. Como el dios era niño y sus papás judíos, no era cosa de presentarlo tal cual, con el ombligo recién atado, eso llevaba su trámite, y en el momento sólo lo contemplaron los pastores, acostumbrados a ver corderitos continuamente alumbrados.

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