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Manual para evitar la cárcel por tuitear

Tras conocer la condena de un año de prisión al cantante César Strawberry por seis chistes en Twitter, es probable que algunos tengáis dudas sobre qué asuntos se pueden abordar en las redes sociales sin riesgo de acabar entre rejas. Claro, os venís arriba con la libertad de expresión y ahora teméis que la Audiencia Nacional quiera conduciros a la fuerza por el camino de la rectitud moral.

En un intento por despejar la incertidumbre creada, he decidido ponerme mi gorra de servicio público (es muy chula, lleva un unicornio bordado) y compartir con vosotros un listado de temas limpios, hermosos y seguros que os harán triunfar en Internet sin provocar la furia de la Fiscalía. Aquí los tenéis:

1. El tiempo. Llueve, hace frío, cae granizo, nieva. Ale, id corriendo a contarlo a Twitter, ¡la humanidad debe saberlo! Y si sale el sol, también. Además de evitar una visita al trullo, realizaréis una buena acción al informar a vuestros seguidores sobre las novedades meteorológicas de la calle en la que vivís.

2. Bebés abrigados. A todo el mundo le gustan los bebés abrigados, con ellos siempre acertaréis. Podéis comentar lo monos que son y lo sonrosadas que tienen las mejillas o alabar sus gorritos, abriguitos y manoplas. También está permitido presumir de lo bonicos que eráis vosotros de pequeños y lo guapos que son vuestros hijos, sobrinos o primitos pequeños. Fardar no es delito (aún) ni amenaza la estabilidad de las instituciones patrias.

3. Chistes racistas y homófobos. Si vuestro sentido del humor se quedó anclado en un bar de 1973, estáis de enhorabuena. En nuestra red de microblogging favorita hay barra libre para reírse de los negros y los maricas todo lo que quieras. También podéis desearles la muerte y decir que os dan asco. ¿Y por qué no insultar y amenazar a víctimas del franquismo o a activistas de movimientos sociales? Dejaos llevar, gozadlo, meceos suavemente al viento como el junco carpetovetónico que sois. Sale gratis.

4. Vuestras pizzas favoritas. Nadie puede decir que se intenta amordazar el debate o la crítica en las redes sociales: podéis hablar con total libertad de un tema tan controvertido y polémico como la piña en la pizza. Bueno, esperad, es posible que algunos consideren eso apología del terrorismo culinario, quizás es mejor que os limitéis a discutir sobre el extra de queso o la pizza barbacoa. Eso sí, siempre desde el respeto.

5. Cachorros con ojazos. Adorables bolas peludas que no ofenden a nadie. Si queréis aseguraros de que vuestra actividad en las redes sociales no os va a acarrear una condena, nada mejor que tuitear fotos de perretes simpáticos. Osos panda y koalas son opciones igualmente válidas y seguras jurídicamente.

6. Jardinería. De los geranios a las hortensias, existe todo un universo de macetas por descubrir sin exponerse a la persecución de la Audiencia Nacional. Además, se trata de un ámbito muy poco explorado en el mundo del humor. Estoy convencida de que hay muchísimos chistes sobre injertos y ficus que todavía no conocéis, seguro que son más graciosos que los tratan de Carrero Blanco o cualquier otro capo de una dictadura.

Si ninguno de estos temas os convence, me temo que vuestra única salida es el exilio. Me han dicho que desde Australia se tuitea muy bien, ya nos contaréis.

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